Ayer por la tarde, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha asistido a la fiesta inaugural de la reapertura de las puertas de El Molino.
La nueva etapa de El Molino nace con la voluntad de mantener el espíritu transgresor de la sala, que desde 1910 ha sido el hogar para la bohemia y un altavoz para la gauche divine, un espacio de transgresión, y un templo popular de la noche catalana.
El alcalde Jaume Collboni ha afirmado sentir “gran ilusión de recuperar el espacio escénico en un tiempo muy bueno para el teatro catalán y barcelonés. Es un gran momento para el Paralelo, por el Poble-sec y por la gran tradición que tiene esta avenida en las artes escénicas”
Jordi Herreruela, director de Barcelona Events Musicals, ha remarcado que es “un honor poder volver a abrir El Molino, recuperar un espacio icónico que ha sido bandera de la cultura de la ciudad.”
El Molino quiere enfermarse en el Blue Note de Nueva York o en el Ronnie Scott’s de Londres. Será un espacio de reconocido prestigio musical internacional, que acogerá conciertos íntimos de los grandes músicos internacionales, pero que también tenga espacio para una cuidada presencia de artistas locales.
Otra de las claves de esta nueva etapa es la inclusión de una oferta gastronómica y de coctelería de calidad que se compatibilizará con las actuaciones. También se recuperará el humor en la programación, rindiendo homenaje a este espacio que comenzó siendo una labor de marineros, la Pajarera, y después la Pajarera Catalana, que ofrecía actuaciones de flamenco y a donde también se explicaban chistes.
A partir del día 1 de noviembre la programación se pondrá en marcha de manera regular. Esta programación se llevará a cabo, inicialmente, en un horario de miércoles a domingo en dos pases definidos: de las 20.00h hasta las 21,30h y un segundo de las 22.00h hasta las 23.45h. Seguidamente, será el turno de El Club, unas sesiones singulares de música a cargo de selectores.