Esta mañana, la Policía Nacional, la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera han llevado a cabo una macrooperación policial en varios puntos del Estado que ha terminado con 162 mujeres liberadas que estaban siendo explotadas sexualmente. En total, los agentes han detenido a un total de 37 personas relacionadas con la red criminal y se ha descubierto que estos se aprovechaban de la situación de vulnerabilidad de las víctimas para captarlas en su país de origen y abusar de ellas en España.
El grupo criminal contaba con dos locales en Cataluña, uno en Reus y otro en Manresa, donde camuflaban sus prácticas ofreciendo masajes. En cada uno de los locales catalanes la policía ha liberado a ocho mujeres y la investigación ha determinado que las víctimas eran trasladadas a estos locales y sometidas a un control constante mediante videovigilancia.
Las mujeres dormían amontonadas en literas o en las camas donde mantenían relaciones con los clientes
Por otro lado, los diferentes cuerpos de la autoridad que han participado han logrado intervenir 141.000 euros en efectivo, tres vehículos, documentación y ha permitido poner en marcha una investigación por blanqueo de capitales. En total se han producido 39 registros en siete provincias diferentes, logrando detener a un total de 37 individuos. Además, 22 de los arrestados estaban en Valencia, donde la trama habría iniciado sus actividades que han finalizado con los implicados ingresando en prisión provisional.
🚩Liberadas 162 mujeres explotadas sexualmente en varias provincias de🇪🇸
— Policía Nacional (@policia) July 22, 2025
🔹Hay 37 detenidos en #Valencia, #Málaga, #Murcia, #Castellón y #Alicante
🔹Las víctimas sólo podían salir 2 horas al día y debían estar siempre disponibles
🔹Con #GuardiaCivil y #AgenciaTributariapic.twitter.com/TUZryMOYdJ
La organización alquilaba inmuebles o locales para camuflarlos como centros de masajes. Después, los mismos implicados dividían el espacio en varios habitáculos donde obligaban a las mujeres a mantener relaciones sexuales. Incluso, las víctimas dormían amontonadas en literas o en las camas donde atendían a los clientes, en espacios con mala ventilación y condiciones de habitabilidad precarias.
Las víctimas solamente tenían dos horas libres y estaban obligadas a dar la mitad del dinero a los delincuentes
Cada uno de los locales disponía de encargadas las 24 horas del día. Eran las responsables de controlar a las mujeres del interior, cobrar a los clientes, facilitar estupefacientes a aquellos que los pedían y contestar las líneas telefónicas vinculadas a los anuncios de prostitución de diferentes webs especializadas, informando a los miembros de jerarquía superior.
Por si no fuera suficiente, las mujeres solamente contaban con dos horas libres, siempre por la mañana, y estaban obligadas a dar la mitad del coste del servicio sexual a los responsables. Además, las víctimas iban rotando por los diferentes locales del país, lo que ha provocado que la investigación policial continúe abierta para encontrar a más personas relacionadas con la trama.