La zona elegida ha sido el núcleo de Conill, un municipio de 200 habitantes que se opone a acoger una planta que tratará hasta 200.000 toneladas de residuos anuales
La primera permitirá entrar a las salas del cine Atlàntida, y la segunda ofrecerá un paseo por los espacios de Manresa donde en octubre de 1975 se detuvieron a militantes antifranquistas