Viladecans ha registrado por primera vez una tasa de desempleo inferior al 8%, situándose en el 7,9% (2.721 personas), según el último informe del Observatorio Comarcal del Baix Llobregat correspondiente al mes de junio, un hito que contrasta con los niveles del 21% registrados en el año 2013, cuando se sufrían las consecuencias directas de la crisis de 2008.
Desde el estallido de la Gran Recesión mundial, el desempleo fue escalando en Viladecans hasta llegar a las 6.700 personas en la primavera del año 2013 (más del 21%). La tasa de desempleo se sitúa ahora en la misma cifra que el total de Cataluña, que también registra el 7,9%. También está por debajo de la media del Área Metropolitana de Barcelona (8,0) y del ámbito territorial metropolitano (8,2%). Históricamente, las cifras del desempleo en Viladecans sufrían alrededor de un 10% más de personas sin ocupación que la media catalana y estaba también por encima de las ciudades de su entorno, situación que ahora se ha revertido.
Ricard Calle, teniente de alcaldesa de Sostenibilidad Ecológica, Empleo y Economía, ha explicado que “en los últimos diez años, aunque el contexto y la realidad de las ciudades del entorno de Viladecans han sido muy similares, el municipio ha tenido una mejor evolución”. “La clave –añade Calle–, es que Viladecans ha apostado por una economía diversificada, con preferencia por sectores innovadores y de alto valor añadido, y generadores de empleo”. Este modelo ha permitido reducir el desempleo hasta llegar a las cifras más bajas desde 2009 y generar empleo de calidad.
El éxito de esta evolución es, en parte, el resultado de una apuesta municipal por impulsar políticas de formación y empleo y otras políticas activas de promoción económica y de colaboración público-privada, con la estrecha colaboración del tejido empresarial. La ciudad ha creado, según Calle, “un ecosistema económico favorable para que las empresas se instalen, se posicionen y crezcan. Incluso en contextos de crisis y recortes generalizados, Viladecans ha incrementado los presupuestos destinados a la educación, los servicios sociales y la promoción económica”.
La colaboración público-privada ha generado un entorno de cooperación entre ciudadanía, administración y empresa, que ha permitido atraer grandes empresas, y, al mismo tiempo, mantener un fuerte vínculo con las pequeñas y medianas empresas ya establecidas en el municipio, que han sido protagonistas en la generación de empleo de calidad.
De esta manera, en los últimos años, a Viladecans han llegado empresas como Neinver, Viladecans The Style Outlets, Unilever, Desigual, Mesoestetic, Sealed Air, Ingram Micro, Alliance Healthcare, American Axle & Manufacturing, Yaskawa, Vueling e Ideaded, entre otras. Estas grandes empresas, instaladas en los nuevos sectores industriales de Ca n'Alemany y el Parc de Negocis, se han sumado a otras históricas, como Roca Group, TGT o Hochland.
El número de afiliados a la Seguridad Social casi se ha duplicado desde 2013, pasando de 13.983 a 24.593. Paralelamente, el ratio de afiliaciones de población residente por cada centro de trabajo ha disminuido progresivamente, del 1,84 en 2013 al 1,5 actual. Se trata de un dato relevante, ya que indica una alta concentración de empresas en relación con la población residente. El objetivo es avanzar hacia un equilibrio ideal: que por cada puesto de trabajo en el municipio haya una persona residente que trabaje en él.
El Ayuntamiento ha desplegado un amplio abanico de políticas económicas: desde el acompañamiento a personas emprendedoras y empresas en proceso de consolidación, hasta la formación a medida según las necesidades de los sectores locales. También se han organizado planes de visitas empresariales y acciones de bienvenida a las medianas y grandes empresas que han apostado por instalarse en el municipio, y se ha fomentado la colaboración entre ellas.
Can Calderon: la conexión entre el talento local y las necesidades del tejido productivo
En 1990, Viladecans comenzó a trabajar en temas de promoción económica con la fundación del Centro de Formación y Empleo Sales. Posteriormente, se creó el Centro de Promoción Económica y Servicios a las Empresas Can Calderon, que este año celebra su 25º aniversario, desde el cual se han desarrollado programas de inserción laboral, formación ocupacional y asesoramiento a empresas, conectando el talento local y las necesidades del tejido productivo.
La apuesta educativa ha sido un factor de especial importancia en el municipio. Desde 1990 se llevan a cabo programas destinados a jóvenes que abandonan la educación reglada, y que han ido dando salida a un gran número de propuestas, como por ejemplo la Escuela de Nuevas Oportunidades, un proyecto que ofrece itinerarios personalizados para la inserción formativa y laboral de los jóvenes. Se han impulsado también programas para la acreditación de competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral o formación no reglada, orientados tanto a jóvenes como a personas adultas.
Uno de los objetivos estratégicos del ámbito de promoción económica es fomentar que la ciudadanía pueda desarrollar su trayectoria profesional dentro del mismo municipio. Facilitar la inserción laboral local permite crear una economía sostenible, ya que reduce la necesidad de desplazamientos, y contribuye también a la cohesión social, a la estimulación del mercado y a la consolidación de una economía de proximidad.