Día Internacional de las personas mayores: Contra la discriminación por razones de edad

Artículo de opinión de Mercè Puig Cañellas, Secretaria General de CCOO de Tarragona

Mercè Puig Cañellas
Mercè Puig Cañellas
30 de septiembre de 2025 a las 12:17h

El 1 de octubre es el Día Internacional de las personas mayores. Así lo proclamó la Asamblea General de Naciones Unidas en la Resolución 45/106 de diciembre de 1990.

El objetivo de esta fecha es que sea una jornada festiva y reivindicativa de las personas mayores. También una oportunidad para concienciar a la sociedad sobre el estado en que se encuentran las personas mayores y los desafíos y problemas que afrontan, así como para promover acciones apropiadas para defender y respetar su dignidad.

Las personas mayores quieren una sociedad que las respete, las valore y las incluya sin que la edad se convierta en motivo de discriminación o exclusión. Son depositarias de experiencia, conocimiento y memoria y, sin embargo, a menudo son invisibilizadas, menospreciadas o reducidas a estereotipos injustos que no reflejan su realidad.

Hay que denunciar y combatir el edadismo, una forma de discriminación silenciosa, pero profundamente arraigada que se alimenta de prejuicios y simplificaciones. Estos estereotipos ignoran la diversidad de experiencias y formas de envejecer, e imponen un criterio único y excluyente. Las mujeres mayores son las más afectadas, ya que sufren una doble discriminación: por razón de edad y de género, lo que agrava su exclusión social.

El edadismo se manifiesta en todos los ámbitos y de muchas maneras: cuando se las excluye del mundo laboral, cuando se les niega la capacidad de decidir, cuando los medios de comunicación las retratan como débiles o dependientes, o cuando se las trata con condescendencia y cuando se utiliza como argumento para desarrollar políticas y prácticas discriminatorias sin tener en cuenta su opinión. Estas actitudes no sólo les afectan personalmente, sino que también empobrecen a la sociedad, sin reflejar la riqueza de la diversidad generacional.

Se debe erradicar el edadismo, para promover la igualdad y la justicia en todas las etapas de la vida. Y también se deben promover políticas y leyes que nos protejan contra la discriminación basada en la edad, y fomentar la inclusión y el respeto mutuo entre las diferentes generaciones.

Hay que rechazar cualquier intento de generar confrontación entre jóvenes y mayores. El futuro se construye desde el diálogo, el respeto mutuo y la colaboración entre todas las generaciones. El conflicto entre edades es una falacia que divide, mientras que la convivencia y la solidaridad intergeneracional fortalecen el tejido social y democrático.

Por eso CCOO hacemos un llamamiento a toda la sociedad —instituciones, entidades, empresas, medios y ciudadanía— para:

  • Reconocer la dignidad en todas las edades. Valorar la aportación de las personas mayores, por lo que han hecho y por lo que aún pueden ofrecer.
  • Implementar políticas públicas que aseguren la igualdad y la participación, que garanticen derechos y oportunidades en todos los ámbitos de la vida que fomenten el envejecimiento activo y combatan la exclusión.
  • Transformar el relato social. Romper con los estereotipos en los medios de comunicación, que tienen un papel importante en la construcción social, y para ofrecer imágenes justas y diversas de la vejez.
  • Incorporar en la educación contenidos que ayuden a identificar y eliminar el edadismo, y fomentar así el respeto y la convivencia desde pequeños.
  • Impulsar el diálogo intergeneracional, creando espacios de encuentro e intercambio para compartir conocimientos, valores y experiencias, y para romper prejuicios y construir puentes.
  • Fomentar la cultura de la paz, en un mundo marcado por conflictos armados y crisis humanitarias, donde las personas mayores a menudo son las más vulnerables y olvidadas, es necesario promover una sociedad basada en el respeto, la empatía, el diálogo y la resolución pacífica de los conflictos.
  • Fortalecer la democracia desde el compromiso activo y la inclusión de todas las edades para conseguir una sociedad más justa que no recorte derechos y gasto social.
  • Envejecer con dignidad, no con miedo. Como una parte activa de la sociedad son un grupo social con identidad y derechos compartidos. Porque el valor de una persona no disminuye con la edad, y porque una sociedad justa y madura es aquella que no deja a nadie atrás.

Nuestra sociedad será realmente justa sólo cuando sea inclusiva para todos y libre de discriminación por la edad.

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