Xavi Puig es uno de los dos candidatos que aspira a liderar Esquerra en las elecciones municipales de 2027 en Tarragona. Su perfil político está estrechamente ligado con el proyecto que llevó a Pau Ricomà a la alcaldía. Concejal desde 2015, portavoz del gobierno municipal, concejal de territorio y jefe de campaña de los republicanos en los dos últimos comicios. Fuera de la política, el actual consejero republicano es doctor en sociología y ha sido profesor e investigador universitario, además de otros trabajos como técnico en el Ayuntamiento de Reus o en el mundo de la hostelería. Hablamos con él para conocer su proyecto de cara a unas primarias que se decidirán a finales de mes.
Maria Roig, portavoz de ERC en el Ayuntamiento, comentaba en una entrevista en La Ciutat que era tu momento para liderar Esquerra en Tarragona. ¿Por qué crees que te toca estar al frente?
Tengo 43 años y me considero joven, pero he vivido muchas experiencias intensas y emocionantes. La más reciente es la municipal, que nos permitió pasar de una Esquerra sin ningún representante a una que entraba con fuerza y después conseguía ganar la alcaldía de Tarragona. Para mí es la alcaldía más importante que Esquerra ha tenido a nivel de país. Afrontamos un gobierno del cambio con una actividad intensa a favor de la cohesión y la sostenibilidad, de vincular Tarragona a su país y de estar al lado de la gente en momentos como la pandemia.
Con todo el equipo hemos podido hacer una cosa que no se improvisa: construir un proyecto ganador en Tarragona, republicano, sólido y maduro. Fruto de pisar la calle. Sabemos que el proyecto es ganador porque, a pesar de la derrota general en las municipales, los resultados de Tarragona son los mejores de entre las grandes ciudades. Y la gente nos para y nos dice que tenemos que volver. Entonces, después de escuchar a personas que me lo pedían desde ámbitos diferentes, consideré que mi mochila estaba llena de capital político y podía ser un buen momento.
Es una línea continuista.
Represento a la vez la continuidad del proyecto ganador que hicimos con Pau (Ricomà) y una renovación. No soy Pau, soy Xavi. Agradezco su maestría y lo quiero mucho, pero soy un cambio respecto a Pau. Contamos con experiencia ganadora de Mary López o Manel (Castaño) y gente nueva como Maria (Roig) o Gemma (Marcos).
¿Qué falló para que este proyecto quedara truncado en 2023?
Hubo una caída general de la marca y, en paralelo, una apuesta muy fuerte por el PSC. En particular en Tarragona. La ciudad puede ser Tabarnia o no en función de esto. Para el españolismo es una plaza vital y para nosotros también. Dicho esto, de todas las ciudades medianas y grandes, los mejores resultados son los de Tarragona. Haríamos bien de mirar por qué aquí el proyecto es tan fuerte.
"Hemos construido un proyecto ganador, sólido y maduro. Fruto de pisar la calle"
Garreta en una entrevista en La Ciutat defendía el legado de Ricomà, pero afirmaba que se tenían que renovar ante la derrota electoral. ¿Xavi Puig puede liderar esta renovación?
Esquerra tiene que elegir si apuesta por el proyecto del cambio o por cambiar el proyecto. Si hace piña por un proyecto que se ha demostrado ganador o considera que se tiene que hacer otro. Me siento heredero y representante directo de este proyecto ganador. Ya conseguimos la alcaldía y veo que la podemos recuperar. Aún así, soy una persona diferente de Pau. Es interesante tener gente nueva y gente que ha participado de esta experiencia. Gente del centro, del Norte, de Levante y de Poniente. Además, en mi equipo cuento con personas que representaron todas las sensibilidades del Congreso, que para mí ya está cerrado. Soy un firme defensor de que hay que hacer el partido más grande.
Hablas de la dicotomía entre mantener el proyecto del cambio o dejarlo atrás. ¿Hay tantas diferencias de proyecto entre Xavi Puig y Saül Garreta?
Sólo puedo hablar de lo que conozco. Sólo conozco el proyecto de Esquerra en Tarragona, el suyo no. De todos modos, Saül Garreta no es mi rival político. Lo es Rubén Viñuales.
¿Cuáles son los pilares de su proyecto?
Es fruto de un diálogo con la ciudad durante años. Es difícil de improvisar. Tiene el objetivo de recuperar la alcaldía para retomar la transformación republicana que esta ciudad merece. Consiste en compartir el timón con su gente, que es muy diferente de entregarlo a los lobbies que tradicionalmente han gobernado Tarragona. Además, es un proyecto de proximidad, profundamente republicano, de izquierdas y de una Tarragona cohesionada y sostenible.
"Saül Garreta no es mi rival político. Lo es Rubén Viñuales"
Cuando hablas de que no representas a los lobbies, ¿lo dices porque Saül Garreta sí que lo hace?
No hablo en ningún momento de Saül (Garreta). Si una cosa hicimos, fue quitar la alfombra roja a los lobbies y enviarlos a la cola como todo el mundo. Conmigo la Budallera se preservará, la Savinosa se convertirá en un espacio natural, la Tabacalera se llenará de actividad cultural, el estudio de la calidad del aire saldrá adelante, no habrá mafia de la basura que me doblegue o las grandes superficies no elegirán los horarios. Además, no puede ser que tengamos 76 pisos de alquiler en Idealista y 2.100 pisos de alquiler turístico. Afrontar este tema es una urgencia vital.
¿El legado de Ricomà se mantiene vivo aún?
Absolutamente. Pau es el capital más grande que tiene Esquerra en Tarragona. Es un legado que durará muchos años porque supuso una transformación durante su mandato y supondrá una transformación durante el de Viñuales. Todo el mundo sabe que su obra de gobierno es legado republicano, excepto el Pam a Pam. Este legado se tiene que reivindicar. Por ejemplo, hemos hecho una fotografía en la calle Canyelles. No es una operación estética, sino una actuación donde el peatón y el verde urbano toman el protagonismo. No es una calle de paso, sino una calle para estar y donde las persianas se suben.
¿Qué otros ejemplos hay?
La peatonalización del Serrallo, la plaza Catalunya en Sant Pere i Sant Pau, los parques deportivos en Sant Salvador o de Ponent, la intervención en Josepa Massanés i López Peláez o la isla Corsini. Después hay muchos otros que se están ejecutando ahora: los aparcamientos disuasorios en Guillem Oliver o Torroja y el Fórum de la Colònia. Me preocupa que en Tarragona no se la respeta desde que tenemos a Viñuales en la alcaldía. Con Pau no sólo teníamos un respeto por todas partes, sino que nos movíamos mucho para conseguir las cosas. Por ejemplo, el traspaso de carreteras del Estado, la Ciutat Residencial, la Necrópolis o la ampliación de Joan XXIII. Son fruto de un respeto por Tarragona y de un trabajo tenaz. Ahora no vemos nada de todo esto.
"Pau (Ricomà) es el capital más grande que tiene Esquerra en Tarragona"
¿Esta paralización no se debe también a la situación presupuestaria en Cataluña y España?
Vivimos situaciones de mucha crisis y tuvimos una pandemia descomunal, pero nosotros no paramos de trabajar. Es imprescindible la mirada larga y todo se ha parado. Tenemos un alcalde sin palabra, rumbo ni ambición. Además, tiene poca estima por la cultura catalana y Tarragona. Este fin de semana eran las fiestas del barrio de Goya y el alcalde no vino a su propio pregón. En esta línea, también se salta sistemáticamente todos los encuentros castelleres importantes y el alcalde habla en catalán o castellano en función del barrio donde va. Es inaudito. Por otro lado, ¿dónde están las tres Ts de campaña? Era márketing y los proyectos no se improvisan. Además, son bastante incompetentes a la hora de ejecutar y esto nos preocupa.
Es muy crítico con Viñuales y el gobierno. ¿Existe la posibilidad de mejorar la sintonía con el PSC y que puedan gobernar como hacen en otros municipios o la Diputación?
Esta política que tiene el alcalde Viñuales, que considera que Tarragona es un decorado al servicio de los intereses de unos pocos, se acaba traduciendo en el hecho de que la gente no accede a la vivienda, que tenemos un caos de política de movilidad y que tenemos la ciudad más sucia que nunca. Ante esto, nos tenemos que preguntar si queremos ser una muleta o la alternativa. Esquerra es la única alternativa a esto y tiene que trabajar por un proyecto que se crea de verdad. Podríamos haber gobernado con ellos, pero habríamos renunciado al proyecto de cambio. De todos modos, el alcalde nos tiene para los temas de ciudad. Por eso aprobamos el primer presupuesto con la condición de hacer centros cívicos, el proyecto Unión-Prim-Apodaca o el Plan Integral de la Part Baixa. También negociamos la ordenanza de terrazas y trabajamos con sintonía constructiva el POUM.
Ricomà llegó a la alcaldía gracias a un pacto a cuatro, entre ellos con el espacio de Junts. Ahora estas complicidades entre los dos partidos no son las mismas. ¿Puede sumarlos a su proyecto?
El PSC se ha buscado la gobernanza con el señor Sendra (Junts), los exconcejales de VOX y los primeros dos años también con los comunes. Sendra no ha participado de una idea de cambio, sino de una idea de poder por poder. ¿Xavi Puig está dispuesto a pactar con otros? Evidentemente, con todo el mundo que cumpla con la idea de cambio de Tarragona. A veces hablamos de Rubén Viñuales como si habláramos del PSC. Es la cúpula de Ciutadans quien está gobernando el PSC de Tarragona. Muchas cosas quizás no las comparten las bases socialistas.
Me he hartado de ver que podemos hacer cosas interesantes con gente que no es de mi ámbito ideológico. Tenemos una posición firme e idealista, pero no somos nada sectarios. El apoyo de Esquerra contaba con una base electoral que nunca nos había votado. Mary López ha hecho un trabajo inmenso para abrirnos puertas que estaban cerradas y crear un vínculo con partes de la ciudad donde antes éramos excluidos.
"Podríamos haber gobernado con el PSC, pero habríamos renunciado al proyecto de cambio"
El mandato ha estado marcado por el debate sobre la estación intermodal, donde los principales grupos de Tarragona van en la misma línea. ¿Es volver a las batallas de campanario?
No compartimos la visión de que hacerla en Vila-seca sea metropolitano y hacerla en Tarragona sea de campanario. El municipio más pequeño tiene toda la legitimidad de exponer aquello que necesita para la conexión ferroviaria, pero también el municipio más grande. Tarragona es -con mucha diferencia- donde está la estación con más demanda de transporte ferroviario. Cualquier solución tiene que tener en cuenta esta realidad. Esquerra ha liderado desacomplejadamente y con datos la posición de que Tarragona se juega la prosperidad o la decadencia con la estación central de Horta Gran. Es la que supondrá acercar el tren al máximo de personas posibles, generar intermodalidad, liberar las vías del mar y sacar las mercancías por el interior. Esto provocará que el tren de costa sea para pasajeros.
¿Son incompatibles?
Todo esto es fruto de la reflexión del equipo técnico de Tarragona. ¿Son compatibles? No lo sé. La compatibilidad no la podemos decidir los políticos, sino que nos lo tiene que decir informes técnicos serios. Si técnicamente son compatibles y existe el compromiso político de sacarlas adelante las dos, nos parecerá genial. Para llegar aquí, primero se tiene que negociar. Si sólo tenemos la de Vila-seca, Tarragona pierde el R16 y quedará más aislada. Metropolitano para nosotros no quiere decir que se haga en un lugar diferente de Tarragona, sino donde beneficie a más población al margen del municipio.
Si utilizamos este criterio, corremos el riesgo de poner las cosas siempre en las dos grandes ciudades.
No tiene por qué. Ya tenemos una estación en medio de la nada. Ahora haremos otra 15 km a Poniente sin ningún núcleo urbano. Esto la gente no lo entenderá y se usará si no tienes otro remedio. No es fomentar el transporte público.
"No compartimos la visión de que hacer la estación intermodal en Vila-seca es metropolitano y hacerla en Tarragona es de campanario"
Antes, comentabas que dabas por cerrado el Congreso de Esquerra. ¿Existe el peligro de que la militancia lea las primarias como una secuela del Congreso?
Para mí Tarragona se decide desde Tarragona. No me oirás hablar en clave congresual, más allá de que cuento con el apoyo de gente de todas las sensibilidades.
¿Son positivas las primarias competitivas o son mejores las listas de consenso?
A mí el debate me gusta mucho y vivo las primarias como una oportunidad. Dicho esto, toda la previa de las primarias implican un 'run-run' que dificulta el trabajo del grupo municipal e incluso puede haber el riesgo de que haya gente que se hiera en los intercambios. Por eso, propuse que Saül se incorporara al proyecto municipal ganador que tenemos. Consideró oportuno no hacerlo.
En caso de ganar Xavi Puig, ¿incorporaría gente del equipo de Saül Garreta?
Soy optimista y no contemplo otro escenario que el de ganar las primarias y recuperar la alcaldía. Y tampoco contemplo otro escenario que no sea contar con todos los activos que se pongan a disposición del proyecto. Tanto la militancia republicana como la ciudadanía de Tarragona. El cambio va mucho más allá de las costuras de Esquerra. No estamos en un momento de hacer listas, ahora únicamente se elige el proyecto y quién lo lidera. Tarragona es una ciudad castellera y todos entendemos que, cuando se elige un jefe de grupo, al día siguiente todo el mundo va con la faja bajo el brazo a ensayo.
"El cambio va mucho más allá de las costuras de Esquerra"
Has criticado que Garreta llevara las primarias a la calle, pero él también apunta que tu rueda de prensa para postularte lo cogió por sorpresa. ¿Qué se habría podido hacer diferente en todo este proceso?
Después de unos meses de reflexión, creí que valía la pena dar un paso adelante. Lo anuncié a la militancia, lo vio con buenos ojos y, acto seguido, lo comuniqué públicamente. En este orden. He estado muy vinculado al proyecto: fui el jefe de campaña de Pau, portavoz del gobierno del cambio, estuve detrás de los Next Generation, negocié el POUM en circunstancias muy difíciles... Pienso que no podía haber tanta sorpresa con que me presentara. Si no lo anunciamos antes era porque había un Congreso abierto.
Si llega a la alcaldía, ¿llevaría alguna cartera como la de urbanismo?
Sinceramente, no. Aprendiendo de la experiencia, es muy importante que el alcalde haga las tareas de alcalde y coger a las personas mejor preparadas para el equipo.