La espera ha sido larga, pero el enlace entre la A-27 y la N-240 en Montblanc ya es plenamente operativo. Dos años después de la inauguración del túnel de Lilla, los vehículos pueden acceder directamente al municipio sin tener que dar un rodeo por las rotondas que rodean la pedanía. Este viernes, los dos sentidos de circulación han quedado abiertos después de que el jueves se activara también el carril en dirección Tarragona.
El alcalde de Montblanc, Marc Vinya, ha valorado positivamente la apertura, pero mantiene la presión sobre el Estado. Pese a la mejora en la movilidad, el alcalde lamenta que los avances no sean lo suficientemente ágiles y reclama más celeridad para que se impulse el siguiente tramo pendiente: la conexión entre la A-27 y la AP-2, un proyecto crucial para la comarca que continúa encallado a la espera de la declaración de impacto ambiental. Unas obras que, cuando comiencen, tendrán un coste de 50 millones de euros.
Vinya admite que este nuevo acceso supondrá "comodidad" para los vehículos que entran y salen del municipio, así como "menos molestia" para los vecinos de Lilla, que hasta ahora soportaban un tráfico intenso en temporada alta. Sin embargo, insiste en que la solución es incompleta y alerta del riesgo de colapso en periodos de mucha movilidad: "A pesar de la mejora, nos preocupa el cuello de botella que se pueda formar cuando esta vía tenga una alta demanda, como en verano y puentes".
Un proyecto clave encallado
El alcalde recuerda que la conexión con la AP-2 es indispensable para garantizar una movilidad fluida entre Tarragona, Montblanc y el valle del Ebro. Por ello, insiste en que el Estado debe activar ya la fase ambiental: "Ya hemos hecho la reivindicación ante Carreteras – del Estado – muchas veces, la necesidad de acabar definitivamente el enlace entre la A-27 y la AP-2...", una situación que, según explica, lleva prácticamente un año bloqueada.
Según Vinya, el Ministerio asegura que el proyecto es prioritario, pero Montblanc exige que esta prioridad se traduzca en acciones concretas: "Nos dicen que es prioritaria, pero queremos que sea prioritaria y que sea urgente porque se tiene que resolver esta situación."
El alcalde no descarta viajar a Madrid para trasladar directamente la reclamación, y advierte del riesgo de que la licitación llegue sin partida económica por falta de presupuestos estatales.
Trabajos pendientes y demandas vecinales
Paralelamente, hay actuaciones que aún no se han completado, como el asfaltado de varios caminos cercanos a Lilla. A pesar de ello, el alcalde avisa que no todas las demandas del vecindario se podrán satisfacer. Un ejemplo es la instalación de pantallas acústicas, que el Estado da por resuelta: "El tema pantallas lo vemos muy complicado porque ellos dicen que con las pantallas actuales ya se cumple la normativa."
Sí que se ha conseguido cerrar una antigua reivindicación, el puente de Can Magre, que ya está terminado. Vinya lo considera un avance, pero remarca que hay que mantener la presión: "Pero siempre debemos insistir para que haya todas las mejoras posibles y que todas las reivindicaciones se cumplan".
El Ministerio dice que todo avanza “según lo previsto”
Fuentes del Ministerio de Transportes apuntan que el proyecto de conexión con la AP-2 avanza con normalidad y hasta “sobre lo previsto”, ya en fase de redacción del trazado y con la voluntad de que pueda salir pronto a información pública.