Ya hay un lugar para la estación de autobuses de Reus. Después de plataformas, escucha activa y varias reuniones vecinales, se ha tomado la decisión definitiva: no será en el Parque de Mas Iglesias. Pero, ¿cuáles son los motivos que avalan el nuevo emplazamiento?
En 2024, el Ayuntamiento de Reus presentó un proyecto con la voluntad de transformar la movilidad en la ciudad, especialmente en el sur. El plan inicial consistía en trasladar la antigua estación de autobuses, situada en la Avenida Salou, a una nueva ubicación más funcional, moderna y sostenible. La zona escogida fue una franja periférica del Parque de Mas Iglesias, justo al lado de la futura estación de trenes de Bellissens y próxima a la parada prevista para el Tranvía del Camp de Tarragona.
Desde el principio, el consistorio defendió que la intervención no supondría una pérdida de espacio verde si no, al contrario, una ampliación: el parque pasaría a tener 2.000 m² más, gracias a la ordenación urbanística que incluía nuevas zonas ajardinadas y la plantación de más de 130 árboles. Esta propuesta iba más allá de la simple ubicación de la estación, ya que también pretendía mejorar la conectividad con el barrio del Carrilet y convertir la zona en un polo de movilidad sostenible intermodal.
El director de Servicios Territoriales de Territorio de la Generalitat, Xavier Villacampa, calificó la iniciativa como la configuración de un “polo intermodal” que, gracias a la integración con diferentes modelos de movilidad como puede ser la Ganxeta, facilitaría desplazamientos sostenibles.
Respuesta vecinal y nacimiento de una plataforma
A pesar de estas justificaciones técnicas, la propuesta no fue bien recibida por parte de una franja significativa del vecindario. En agosto de 2024, surgió la Plataforma en Defensa del Parque de Mas Iglesias, que expresó de manera clara y contundente su oposición a situar allí la estación de autobuses. Es importante destacar que la plataforma no estaba en contra del traslado en sí mismo, sino de la ubicación escogida, que consideraban inadecuada.
Los miembros de la plataforma argumentaban que la presencia de una estación de autobuses generaría un impacto negativo sobre la tranquilidad y la calidad de vida del barrio, especialmente por el ruido, la contaminación y el incremento del tránsito rodado. También ponían de relieve la proximidad de centros escolares, como la Escuela Mas Iglesias y el colegio público Joan Rebull, y temían que esto afectara la seguridad y el bienestar de los niños.

Además, la plataforma desplegó una campaña activa de sensibilización que incluyó charlas informativas, comunicados y movilizaciones.
Proceso de participación y diálogo institucional
El Ayuntamiento, consciente de la respuesta ciudadana, activó un proceso de escucha y participación. En septiembre de 2024, se organizaron varias reuniones informativas con los vecinos de los barrios afectados (Carrilet, Mas Iglesias y Fortuny) para explicar el proyecto en detalle, recoger opiniones y aclarar dudas. Estas sesiones contaron con la presencia de técnicos municipales y representantes políticos.
Durante estos encuentros se hizo énfasis en el carácter semisoterrado de la nueva estación, que ayudaría a minimizar el impacto visual y acústico, así como en el incremento de zonas verdes previsto. Los técnicos presentaron infografías y simulaciones que ayudaban a comprender la transformación prevista.
Campaña de firmas y cambio de planteamiento
A principios de 2025, la Plataforma en Defensa del Parque de Mas Iglesias inició una campaña de recogida de firmas para pedir una consulta ciudadana no vinculante sobre la ubicación de la estación. En pocas semanas, la iniciativa recogió cerca de 7.000 apoyos, una cifra significativa que presionó al Ayuntamiento para reconsiderar su propuesta.
A pesar de que el gobierno municipal consideró que la consulta era precipitada, reconoció la importancia de la participación ciudadana y el valor democrático de esta movilización. Así, y fruto del diálogo con los vecinos y la Generalitat de Catalunya, se anunció el 6 de junio de 2025 un cambio de ubicación definitivo: la nueva estación de autobuses se construirá en la plaza del Canal, un espacio ya urbanizado y rehabilitado que permitirá una mejor integración con el tejido urbano existente.
El proyecto definitivo mantiene la voluntad de sostenibilidad, con una estación semisoterrada construida con madera laminada, ventilación natural, cubierta ajardinada e instalaciones solares. También se ha previsto una ampliación de la zona verde de unos 8.000 m², con la incorporación de nuevos árboles y espacios de ocio. Los accesos se mejorarán con rampas adaptadas y carriles bici, reforzando así la apuesta por una movilidad inclusiva.
Un acuerdo con perspectivas diversas
La decisión ha sido bien recibida por la mayoría de los vecinos y entidades, aunque también se han expresado opiniones diversas. La alcaldesa, Sandra Guaita, destacó que el acuerdo era fruto de “reuniones de trabajo y de diálogo constante con los vecinos”, mientras que el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Marcos Massó, calificó la jornada como un “día para aplaudir”, al tratarse de un proyecto consensuado.
Por su parte, Francesc Jornet, presidente de la Asociación de Vecinos del Roserar, aseguró que “es un emplazamiento que cuenta con el apoyo de la mayoría, pero habrá que seguir trabajando para mejorar la calidad del parque, con más zonas verdes y espacios de ocio”.

No obstante, algunos sectores de la ciudadanía continúan vigilando con prudencia y reivindican que la nueva ubicación no genere un incremento significativo de tránsito ni afecte negativamente la convivencia del barrio. También reclaman una supervisión estricta para garantizar el cumplimiento de los compromisos medioambientales y sociales adquiridos.