EMATSA renueva 5,5 de los 32 km de tuberías con riesgo de colapso en Tarragona

Las inspecciones con robots revelan kilómetros de tuberías en estado “grave” y “muy grave” y el consistorio apuesta por tecnología innovadora para acelerar las obras

26 de noviembre de 2025 a las 12:45h

El Ayuntamiento de Tarragona y Ematsa han puesto en marcha un ambicioso programa de renovación del alcantarillado que actuará sobre 32 kilómetros de la red hasta 2033, después de que una década de inspecciones exhaustivas haya revelado un deterioro muy superior al previsto. El plan ya ha completado 5 kilómetros de tuberías en el primer año, con 500 metros más en ejecución.

Este proyecto es el resultado de las inspecciones realizadas entre 2013 y 2022 con robots equipados con cámara, que han permitido analizar los 300 kilómetros de la red de aguas residuales y pluviales de la ciudad. El diagnóstico es contundente: aún quedan 18 kilómetros en estado “grave” y 7 en estado “muy grave”, que exigen una intervención prioritaria para evitar problemas de funcionamiento, inundaciones o averías de gran impacto.

La planificación, coordinada entre el Ayuntamiento y Ematsa, está priorizando estos tramos más críticos, repartiendo las actuaciones entre Ponent, Llevant y el centro de la ciudad. Aunque algunas zonas han requerido la apertura de zanja tradicional, la mayor parte de las obras se han podido realizar con la técnica CIPP, un sistema innovador que permite instalar un nuevo tubo dentro del existente sin levantar la calle.

 

Una tecnología que revoluciona las obras en el subsuelo

El método CIPP —basado en una manga de fibra de vidrio impregnada con resina que se endurece con luz ultravioleta— crea una nueva tubería estructural dentro de la antigua, aportando más resistencia química, mejor capacidad de evacuación y una estanqueidad total. Además, reduce la presencia de plagas y evita la sedimentación que puede provocar cuellos de botella en episodios de lluvia.

Según el teniente de alcalde de Territorio y presidente de Ematsa, Nacho Garcia, “los resultados confirman que apostar por esta tecnología era la decisión correcta: reducimos molestias a los vecinos y aceleramos la renovación de una infraestructura esencial”.

 

Un plan de 1,9 millones de euros anuales hasta 2033

La ciudad prevé invertir 1,9 millones de euros cada año durante la próxima década para completar la renovación de toda la red prioritaria. El objetivo es garantizar un sistema de saneamiento moderno, eficaz y preparado para afrontar los retos futuros, especialmente en un contexto de lluvias intensas y congestión urbana.

El plan se mantendrá activo hasta 2033, con nuevas fases programadas ya durante el próximo año.

Antes y después del tratamiento con manguera en las tuberías de Tarragona por parte de EMATSA