La Torre Azul – Espacio Guinovart cumple este año 25 años. El 11 de septiembre se conmemora el cuarto de siglo de la transformación de la torre de defensa de Ribes Roges en un espacio artístico dedicado al mar y a su gente, fruto de la mirada y el talento de Josep Guinovart. Un proyecto que se empezó a gestar a finales de los años ochenta y que con el paso del tiempo se ha consolidado como uno de los referentes culturales de la ciudad más marinera.
- De torre defensiva a espacio cultural
Construida en 1874 durante la tercera Guerra Carlista, la Torre de Ribes Roges nació con una función militar, proteger la costa vilanovense. Proyectada por el brigadier Manuel Salamanca, es la única que se conserva de las tres que formaban parte del último recinto fortificado del barrio de Baix-a-mar.
Una vez terminado el conflicto, la torre fue adoptando nuevos usos: primero como café-restaurante en 1912, en plena época de esplendor del veraneo y los baños de mar; después como sala de fiestas y bailes con el nombre de La Pérgola en los años cuarenta y cincuenta; y más adelante, de 1982 a 1996, como Oficina Municipal de Turismo.
Su metamorfosis definitiva llegaría a finales del siglo XX, cuando el Ayuntamiento apostó por convertirla en un espacio artístico vinculado a la identidad mediterránea de la ciudad.
- El proyecto de Josep Guinovart
El proyecto de la Torre Azul empezó a gestarse a finales de los años ochenta, cuando el alcalde de Vilanova i la Geltrú era Jaume Casanovas. En aquel momento, el artista Josep Guinovart buscaba un espacio para trasladar el material de su taller de Barcelona, y la concejala de Cultura, Assumpta Baig, le ofreció una de las naves situadas junto a la antigua noria Cansalada.
Con la llegada del gobierno de Esteve Orriols y del concejal de Cultura Josep Lluís Vidal, el consistorio vio la oportunidad de impulsar un proyecto conjunto con el artista. El espacio escogido fue la Torre de Ribes Roges, que había quedado vacía después de haber sido oficina de turismo.
Según recuerda Bienve Moya, ex técnico de Cultura municipal y testigo directo de aquellos años, “el Ayuntamiento propuso a Guinovart que trasladara a Vilanova i la Geltrú una experiencia similar a la que había hecho en Agramunt, donde había vinculado arte y territorio. Aquí – ha explicado - se trataba de cambiar la tierra por el mar, y la Torre de Ribes Roges se convirtió en el escenario perfecto para dar forma a esta idea y para continuar su trabajo artístico, recientemente inspirado en el azul y el mar.”
El proyecto inicial contemplaba también un parque de esculturas con una docena de piezas en el espacio que hoy ocupa el aparcamiento de Ribes Roges, pero finalmente se descartó. El único elemento de aquella propuesta que se materializó fue la escultura en forma de vela que corona la Torre Azul.
- Guinovart y la ciudad
Josep Guinovart (1927-2007) es considerado uno de los artistas catalanes más importantes del siglo XX y uno de los máximos exponentes del informalismo. Antes de la Torre Azul, su nombre ya estaba vinculado a Vilanova i la Geltrú a través de la colección de arte informalista del Museo Víctor Balaguer.
En 1994 había creado en Agramunt un espacio dedicado a la tierra y a su gente. En Vilanova, con la Torre Azul, quiso hacer lo mismo con el mar. En palabras del artista, el proyecto buscaba la complicidad del público “con una lectura muy abierta y que permita que la gente se sienta identificada”.
- Un recorrido por el Espacio Guinovart
El interior de la Torre Azul se concibió como una alegoría al mar. En la planta baja, el suelo evoca el fondo marino y las paredes narran historias de piratas y naufragios, con un espacio dedicado al trágico Año de los Ahogados (1886).
En la primera planta, un laberinto de espejos invita al visitante a jugar con la propia percepción y con un pozo infinito de cuerdas y nudos marineros, elaborados con la colaboración de vilanovenses. La segunda planta, en cambio, rinde homenaje a los artistas que han encontrado en el mar su inspiración: desde Dalí, Picasso y Matisse hasta los vilanovenses Ricart o Cardona Torrandell.
Finalmente, en la azotea, la gran escultura que reproduce el esqueleto de una barca de palangre se alza como símbolo del espacio y ofrece una panorámica única de la fachada marítima de Vilanova i la Geltrú.
- Un símbolo cultural y patrimonial
La Torre Azul está catalogada como Bien Cultural de Interés Nacional desde 1949 y es hoy uno de los símbolos patrimoniales más reconocidos de la ciudad. La concejala de Cultura y Patrimonio, Eva Bolaño, ha recordado que la torre de Ribes Roges, nacida como elemento defensivo del barrio de Baix-a-mar, es hoy un equipamiento cultural y artístico único, gracias a la mirada y el talento de Josep Guinovart y ha destacado la importancia de esta efeméride para la ciudad. “La Torre Azul forma parte de nuestra historia y del paisaje que nos identifica como ciudad abierta al mar y a la cultura. Ahora que hace veinticinco años que se transformó en espacio artístico, os invito a visitarla, redescubrirla y disfrutarla. La concejala la ha definido como “Un lugar especial, lleno de significado y belleza, que vale mucho la pena”. Para Bolaño, “este aniversario es también un reconocimiento a la capacidad de preservar el pasado y, a la vez, de proyectarlo hacia el futuro” y ha reafirmado el compromiso del Ayuntamiento con la protección del patrimonio y la cultura como herramienta de cohesión y de proyección. “La Torre Azul seguirá siendo un punto de encuentro entre la historia, el arte y la ciudadanía”
Actividades de celebración
Para conmemorar los 25 años de la Torre Azul, se han programado actividades abiertas al público:
- Viernes 12 de septiembre: visitas comentadas a las 18 h y a las 19 h (aforo limitado, con reserva previa a través de www.victorbalaguer.cat).
- Sábado 13 y domingo 14 de septiembre: fin de semana de puertas abiertas, de 18 a 21 h.
Además, la Torre Azul volverá a abrir sus puertas el domingo 12 de octubre, con motivo de las Jornadas Europeas de Patrimonio, y el domingo 10 de noviembre, coincidiendo con la Feria de Noviembre, en ambos casos en horario de mañana, de 11 a 14 horas.