Tres semanas después de quedar fuera de servicio por culpa de las fuertes tormentas del 12 de julio, el Hospital Comarcal del Alt Penedès vuelve a estar plenamente operativo desde este lunes. La reapertura permite recuperar la mayor parte de la actividad asistencial habitual, con la única excepción del servicio de diálisis, que se reanudará el próximo 1 de septiembre.
Las tormentas provocaron graves desperfectos en las instalaciones, especialmente en el sótano, donde el agua inundó la farmacia, los almacenes y afectó tanto al sistema eléctrico como a la captación de agua. El impacto fue tal que obligó a un cierre inmediato del centro, el traslado urgente de todos los pacientes ingresados y la suspensión o reprogramación de consultas y pruebas médicas.

Con la reapertura, el servicio de urgencias ha sido uno de los primeros en recuperar la actividad, junto con las intervenciones quirúrgicas programadas, las pruebas diagnósticas y las consultas externas. La base del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que se había desplazado, también vuelve a estar operativa dentro del recinto hospitalario.

En cuanto a los pacientes trasladados durante la emergencia, aquellos que se derivaron al Hospital Residencia Sant Camil, en Sant Pere de Ribes, comenzarán a ser devueltos a Vilafranca bajo la coordinación del SEM. En cambio, los pacientes reubicados en Igualada y El Vendrell continuarán su estancia en estos centros, ya que, según la directora médica del Consorcio Sanitario del Penedès-Garraf, Ester Catena, “se trata de casos clínicamente estables y de corta duración”, tal como ha informado 324.
Con esta reapertura, Vilafranca y toda la comarca recuperan un punto clave de la atención sanitaria, después de un episodio de emergencia que ha puesto a prueba tanto las infraestructuras como los profesionales del sistema de salud.