Lleida dedica una calle de la ciudad a la figura de Ramon Bellmunt i Saura (1907-1999), músico, pedagogo, gestor cultural y servidor público, que estuvo profundamente vinculado a la vida artística y social de la ciudad a lo largo del siglo XX.
Este lunes por la mañana, coincidiendo con el 118 aniversario de su nacimiento, se ha celebrado un acto de homenaje y descubrimiento de la placa de la nueva calle, que se sitúa en el barrio de Vila Montcada, entre las calles del Arquitecte Morera i Gatell y del Arquitecte Domènech i Torres.
El encuentro ha contado con la presencia de los familiares y amigos de Bellmunt y de representantes del vecindario, así como del alcalde de Lleida, Fèlix Larrosa, quien ha destacado que Bellmunt fue “un músico excepcional, pero también un ciudadano profundamente arraigado a su ciudad que contribuyó a hacer de Lleida un espacio culturalmente vivo, abierto y creativo”.
“Hoy Lleida hace un acto de justicia y de memoria. Poner el nombre de Ramon Bellmunt en una calle de la ciudad no es solo un homenaje personal, es una declaración de principios sobre qué ciudad queremos ser y qué valores decidimos preservar”, ha señalado Larrosa, quien también ha recordado que durante su vida sufrió “los costes personales de la intolerancia y la represión”.
Por parte de la familia, Maria Josep Bellmunt, hija del homenajeado, se ha mostrado emocionada por el reconocimiento a su padre y ha agradecido la presencia de todas las personas asistentes al encuentro. El acto ha contado con la participación de la primera teniente de alcalde, Begoña Iglesias, que ha destacado la trayectoria y la contribución a la ciudad de Bellmunt, así como de los concejales Roger Melero, Jordina Freixanet y Xavier Estrada.
Biografía de Ramon Bellmunt
Ramon Bellmunt i Saura (Lleida, 1907 – 1999) fue una figura clave en la vida musical leridana del siglo XX. Hijo de una familia de comerciantes, inició su formación en el Seminario y en la Schola Cantorum, pero a los quince años abandonó los estudios religiosos para dedicarse a la música.
El violonchelo se convirtió en su instrumento principal tras la muerte de su hermano, y pronto debutó en formaciones locales. Durante los años veinte y treinta, fue músico de acompañamiento en el cine mudo y gestor de orquestas en los teatros Principal y Victoria, al tiempo que colaboraba con artistas plásticos en proyectos culturales innovadores.
Impulsó la creación de la Orquesta Filarmónica de Lérida e introdujo el jazz en la ciudad con la Orquestina Ilerda Jazz. Como pedagogo, obtuvo la plaza de profesor en la Casa de Misericordia en 1933 y formó numerosos músicos para coblas y orquestas. La Guerra Civil marcó su trayectoria: luchó en el frente republicano, sufrió prisión y campo de concentración, y fue apartado de su puesto de funcionario. A pesar de ello, continuó vinculado a la música, adaptándose al nuevo régimen y participando en agrupaciones folclóricas, conciertos radiofónicos y formaciones como el Septimino Lleida.
En los años cincuenta y sesenta organizó zarzuelas en el Teatro Principal, colaboró con artistas como Núria Feliu y mantuvo una presencia constante en la vida cultural de Lleida. En 1977 fue amnistiado y reincorporado simbólicamente al Ayuntamiento, y en las décadas siguientes recibió homenajes y reconocimientos por su labor como músico, gestor y divulgador. Su trayectoria refleja una vida dedicada a la música, desde la clásica hasta el jazz, con una influencia decisiva en la formación y dinamización cultural de Lleida.
Su fondo musical forma parte del Archivo Municipal.
