La violencia en las prisiones sigue siendo una problemática grave y los sindicatos vuelven a lanzar un grito de alerta ante la falta de herramientas para proteger a los funcionarios. Recientemente, el Centro Penitenciario Ponent ha denunciado un episodio especialmente alarmante: un interno provocó un incendio en su celda y, cuando los trabajadores acudieron para apagarlo, les atacó con objetos contundentes, incluyendo barras metálicas y fragmentos de vidrio.
Según Comisiones Obreras, el preso lanzó puñetazos, patadas e incluso mordió a los funcionarios, causando varias lesiones. La fuerza de la agresión fue tal que algunos escudos de protección resultaron rotos. Aunque los trabajadores resultaron heridos, afortunadamente ninguna de las lesiones fue de gravedad, según ha informado ElCaso.cat.
Los sindicatos critican que, actualmente, la legislación penal ofrece pocos recursos para sancionar conductas violentas dentro de los centros penitenciarios.
El caso del preso de Ponent no es nuevo: ya había sido trasladado desde la prisión de Mas d’Enric por comportamientos similares, como incendiar su celda para llamar la atención, pero el cambio de ubicación no ha modificado su conducta.
Los sindicatos reclaman a la Generalitat que se adopten medidas urgentes para proteger al personal y garantizar la seguridad dentro de los centros. Además, proponen reformas legales que permitan sancionar con más contundencia este tipo de actos violentos, especialmente teniendo en cuenta que, si hubiera sucedido en un turno nocturno con menos personal, las consecuencias podrían haber sido mucho más graves.
El Sindicato de Funcionarios insiste que solo con herramientas adecuadas y modificaciones legislativas se podrá detener el aumento de agresiones dentro de las prisiones y garantizar que los trabajadores puedan desarrollar su tarea con seguridad.
