Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha vuelto a poner sobre la mesa el retraso en el inicio de las obras de la Barnahus de Lleida, un equipamiento destinado a la atención integral de los niños y adolescentes víctimas de violencia sexual. Las obras debían arrancar en septiembre de 2025, pero dos meses después, no hay ningún movimiento visible en el solar del barrio de la Bordeta, donde se debe levantar el edificio, ni se ha hecho pública ninguna actualización del calendario.
La diputada leridana de ERC, Montse Bergés, ya había preguntado el pasado marzo en el Parlament sobre el estado del proyecto. Entonces, el Departamento de Derechos Sociales —encabezado por Mònica Martínez Bravo— aseguró que INFRACAT estaba tramitando la licitación de las obras, con previsión de inicio en septiembre y un plazo de ejecución de diez meses. No obstante, fuentes republicanas denuncian que no consta ninguna licitación ni adjudicación publicada, y que el proyecto continúa completamente parado.
Ante esta situación, ERC ha registrado cuatro nuevas preguntas parlamentarias para exigir explicaciones sobre los motivos del retraso, conocer el estado de tramitación y licitación, y pedir una nueva previsión de inicio y fin de las obras. También reclaman asegurar que no se pierdan los fondos europeos Next Generation vinculados a la construcción del centro.
“La Barnahus es un equipamiento clave para garantizar una atención integral, segura y coordinada a los niños y niñas víctimas de abusos sexuales. No puede quedar encallado por cuestiones administrativas”, ha defendido Bergés.
Desde el grupo municipal de ERC en la Paeria de Lleida, la portavoz Jordina Freixanet ha remarcado que el proyecto es “una cuestión de ciudad y de sensibilidad institucional”. “Lleida merece una apuesta clara por la protección de los niños y la mejora de los servicios públicos. No es solo una obra: es un compromiso ético con la infancia”, ha añadido, reclamando que el Gobierno sea transparente e informe a la ciudadanía del estado actual del proyecto.
ERC asegura que continuará haciendo seguimiento del proceso y reivindica el modelo Barnahus como un espacio amable y adaptado que permite atender a los niños víctimas de abusos sin revictimizarlos, mejorando la coordinación institucional y la respuesta ante la violencia infantil.
