El servicio de Girocleta registra mensualmente cerca de un centenar de incidencias, derivadas de bicicletas averiadas y estaciones o aparcamientos que no funcionan. Mayoritariamente, el grupo que necesita más mantenimiento son las bicicletas, seguido de los aparcamientos y las estaciones. “Hay tres equipos de reposición que se encargan de equilibrar las estaciones y también de garantizar que todo funciona”, explica el concejal de Movilidad, Isaac Sánchez, que detalla que si como usuario se detecta una incidencia “hay que avisar a través del buzón de avisos del Ayuntamiento para que se pueda resolver rápido”. Los usuarios entrevistados por la ACN hacen una buena valoración del servicio: consideran que hay pocas incidencias y destacan “la buena relación calidad-precio”.
En el pico del mediodía de un viernes de verano entre semana, la estación de Girocleta instalada en la plaza de Cataluña de Girona recibe un goteo de usuarios del servicio que van a recoger una bicicleta para volver a casa a comer, aprovechando la pausa del trabajo. A la mayoría, la tarjeta les funciona a la primera y sólo con aproximarla a uno de los aparcamientos, se les desengancha el vehículo y pueden empezar a pedalear.
Pero esto no le pasa a todo el mundo. Alejandro Arias lleva dos años utilizando el servicio y dice que a menudo no le funciona la tarjeta. “A veces, la acercas y no deja ir la bicicleta”, dice, y lo atribuye al “desgaste de los lectores” que hay instalados en los aparcamientos. Escoge otro aparcamiento y, esta vez sí, consigue desenganchar la bicicleta. Carga la bolsa que lleva en la cesta del manillar y comenta que le es “muy útil” para desplazarse, combinando el servicio con el transporte público.
Unos minutos más tarde, llega Martí Segura, que dice que está “encantado” con el servicio. “Me robaron un par de bicis en poco tiempo y decidí hacerme el carné”, relata, y asegura que “es fantástico porque hay estaciones por todas partes”. Segura no se ha encontrado con muchas incidencias, aparte del hecho de que a veces llega a una estación que está llena, y no puede depositar la girocleta, o bien está vacía, y tenía la intención de recoger una. Esto, sin embargo, dice, se puede consultar en la aplicación previamente.
La que también está satisfecha con el servicio es Muriel Muñoz. Ella lo utiliza desde que se instaló en la ciudad hace dieciséis años y dice que lo coge entre tres y cuatro veces a la semana. También dice que alguna vez se encuentra con que llega y no hay bicicletas, pero que aparte de esto, se ha encontrado con pocas incidencias. “Rara vez te encuentras con que estiras la bicicleta y no sale o que el sistema informático falla y, por ejemplo, adjudica la misma bici a dos personas simultáneamente”, afirma.
En general, los usuarios entrevistados por la ACN hacen una buena valoración del servicio: consideran que hay pocas incidencias y destacan “la buena relación calidad-precio”. La tarifa de abonado anual al servicio es de 30 euros, para hacer recorridos ilimitados de un máximo de media hora cada uno. Si se supera este tiempo, se aplica al usuario una tarifa adicional de cincuenta céntimos por cada franja extra de media hora. Y si se acceden las dos horas continuadas, se aplica un recargo de tres euros.
Además, como usuario esporádico del servicio, las girocletas se pueden alquilar por todo un día por un coste de dos euros. En este caso se hace a través de la página web del servicio y haciendo uso de las pantallas de las estaciones, en vez de las tarjetas de usuario frecuente que permiten estirar los vehículos directamente de los aparcamientos, cuando se acercan al lector. Estos lectores que Arias dice que, a veces, fallan e impiden retirar la bicicleta. De hecho, en la estación de plaza Cataluña se pueden ver una decena de aparcamientos fuera de servicio.
Alejandro Arias se ha encontrado alguna vez también con alguna estación de la periferia de Girona “sin electricidad”, que le ha dejado dejar la bicicleta, pero no le ha contabilizado la finalización del servicio y le ha penalizado. Este tipo de incidencias, tal como explica el Ayuntamiento, se resuelven “rápido”. “Cuando los usuarios frecuentes o esporádicos tienen algún problema y lo trasladan al servicio, se gestiona y se resuelve”, explica el concejal de Movilidad en el Ayuntamiento de Girona, que traslada que en el caso de los usuarios de un solo día, se les devuelven los dos euros.
Un centenar de incidencias mensuales
El servicio de Girocleta registra un centenar de incidencias mensuales. En concreto, el Ayuntamiento ha contabilizado 97, 82, 131, 138, 127 y 103 de enero a junio, respectivamente. De estas, la mayoría son relacionadas con averías en las bicicletas. En este medio año, se ha producido 343 incidencias relacionadas con los vehículos, 309 con los aparcamientos y 26 con las estaciones.
De lunes a viernes, en horario de mañana y tarde, “hay tres equipos de reposición que se encargan de equilibrar las estaciones -trasladando bicicletas de un lugar a otro con una furgoneta y un remolque- y también de garantizar que todo funciona”. Desde el Ayuntamiento se recuerda que los usuarios que detectan incidencias también pueden notificarlo a través del buzón de avisos y sugerencias o dirigiéndose a la oficina de la Girocleta, instalada en la estación de autobuses.
En cuanto a vandalismo o robos de girocletas, el Ayuntamiento dice que no registra. “La girocleta es una bicicleta hecha expresamente para Girona, con un cuadro y unos colores significativos, y no tenemos problemas de vandalismo”, comenta el concejal de Movilidad y Espacio Público, Isaac Sánchez.
Dieciséis años de Girocleta
El servicio de Girocleta funciona en Girona desde 2009 y en estos dieciséis años, no ha parado de crecer. Desde el Ayuntamiento celebran que cada vez cuenta “con más estaciones y también con más usuarios”. Actualmente, hay 930 aparcamientos individuales y 418 bicicletas en circulación. Además, el servicio ha superado los 5.300 usuarios. En cuanto a los usos, la Girocleta ha experimentado durante estos primeros seis meses de 2025 un incremento del 14% respecto al mismo período del año anterior, llegando casi a los 330.000 usos globales entre todas las estaciones.
La ubicada en plaza Cataluña, la de la avenida Ramon Folch y la de la estación de tren y autobuses son las estaciones con más afluencia de usuarios. Todas tres registran más de 3.000 usos cada mes. “Es un servicio que no para de crecer y desde el Gobierno apostamos mucho”, explica Sánchez, que recuerda que durante los dos años de mandato han añadido diez estaciones más. Para continuar ampliando y mejorando el servicio, se estudia instalar tres nuevas estaciones en Salt (Gironés). “Será una prueba piloto que es inédita y que intentaremos que el año que viene esté en marcha”, avanza el concejal, que traslada que también se quieren colocar más estaciones en Girona.