Girona dispara las multas para el patinete eléctrico: Más de 1.200 sanciones en diez meses

Las sanciones se han multiplicado por dos desde 2021; la mayoría son por circular por la acera o llevar pasajeros en el patinete.

17 de octubre de 2025 a las 13:01h

La Policía Municipal de Girona ha impuesto 1.206 multas a conductores de patinetes eléctricos desde principio de año, una cifra que confirma el aumento constante de este tipo de infracciones en la ciudad. Las sanciones —que ya rozan el total de 2024, cuando se pusieron 1.315— se han multiplicado por dos desde 2021, año en que se registraron 692.

Según datos municipales, las infracciones más habituales son circular por la acera o por vías no autorizadas (439 sanciones, un 36,4% del total), llevar a otra persona sobre el patinete (328), saltarse un semáforo en rojo (112), utilizar auriculares o cascos con música (66) o usar el teléfono móvil mientras se conduce (47).

Los barrios con más incidencias son los de l’Eixample nord, con 266 multas (22,6% del total), Santa Eugènia (237 multas), Eixample sud (121) y Can Gibert del Pla (100). Desde la Policía Municipal señalan que estos distritos son zonas con alta densidad de tráfico y movilidad diaria, hecho que multiplica el riesgo de comportamientos incívicos.

Para ponerle freno, la policía ha intensificado los controles y campañas específicas. La última, el pasado mes de septiembre, supuso 104 controles en diferentes puntos de la ciudad, con 667 patinetes inspeccionados y 132 denuncias interpuestas.

Desde el Ayuntamiento recuerdan que el uso de los patinetes eléctricos está regulado por la ordenanza municipal desde finales de 2020, y que su proliferación ha obligado a reforzar la vigilancia. El objetivo, remarcan, es garantizar la seguridad vial y la convivencia entre peatones, ciclistas y usuarios de estos vehículos.

Las cifras muestran un crecimiento sostenido de las sanciones: 391 en 2022, 1.080 en 2023 y más de 1.200 ya en este 2025, una tendencia que podría batir un nuevo récord antes de acabar el año. Según fuentes policiales, esta evolución responde tanto al incremento de uso de los patinetes como al mayor control y sensibilización por parte de la policía local.

“No se trata de criminalizar el uso del patinete, sino de hacer cumplir la normativa para evitar accidentes y garantizar la seguridad de todos”, han afirmado fuentes municipales.

Con el crecimiento exponencial de estos vehículos, Girona se ha convertido en un reflejo de la nueva movilidad urbana: más sostenible, pero también con nuevos retos en convivencia y seguridad que las autoridades locales quieren abordar con más pedagogía y control.

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Eric Mendo
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