Los cuatro radares fijos de Girona empezarán a funcionar este miércoles. El Ayuntamiento señala que el objetivo es mejorar la seguridad vial, pacificar el tráfico, además de reducir los accidentes y la contaminación. Los aparatos se han colocado en cuatro espacios que son puntos de concentración de accidentes, tienen escuelas cerca, o bien son tramos donde se han recibido quejas por el ruido o la velocidad del tráfico. En concreto, se han instalado en la calle de Pedret (a la altura del 146), en la avenida de Josep Tarradellas i Joan (delante de la escuela Maristes), en la calle del Riu Güell (cerca del número 166) y en el cruce entre la calle de Barcelona y la de la Creu. En los dos primeros puntos la velocidad máxima es de 30 km/h y en los otros dos de 40 km/h.
El Ayuntamiento de Girona ha informado de que este miércoles empezarán a funcionar los cuatro nuevos radares fijos. Según ha expuesto en un comunicado, el objetivo de la medida es la mejora de la seguridad vial, la pacificación del tráfico en la vía pública, la reducción del número de accidentes, la reducción de la contaminación acústica y del aire, y la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía.
A principios de julio empezó la instalación de los aparatos. En concreto, se han colocado en la calle de Pedret (a la altura del número 146); en la avenida de Josep Tarradellas i Joan (delante de la escuela Maristes de Girona); en la calle del Riu Güell (a la altura del número 166), y en el cruce entre la calle de Barcelona y la calle de la Creu. En los dos primeros puntos la velocidad máxima es de 30 km/h y en los dos segundos de 40 km/h.
El consistorio ha añadido que se han escogido estos emplazamientos porque se trata de puntos de concentración de accidentes, están cerca de escuelas, o son tramos que concentran quejas por el ruido o por la velocidad del tráfico. Además de los cinemómetros, en cada uno de estos lugares se ha ubicado también un radar pedagógico para conocer la velocidad a la que se circula.
