El Ayuntamiento de Girona ha presentado la nueva ordenanza de mercados no sedentarios, que supondrá una reducción de hasta el 30% de los puestos del mercado de la Devesa e introducirá nuevos requisitos de ordenación e higiene, como la obligación de que todos los puestos sean lineales para evitar espacios cerrados. El texto, que se aprueba este lunes en el pleno municipal, sustituirá la normativa vigente desde 2016 y entrará en vigor a principios de 2026.
El nuevo redactado establece que el mercado de los martes pasará de 130 a un máximo de 90 puestos, mientras que el de los sábados reducirá levemente su número, de 162 a 150. En cambio, en el mercado de Can Gibert del Pla, que se celebra los jueves, se permitirá doblar los puestos actuales, pasando de 15 a 30.
Según la vicealcaldesa y concejala de Promoción Económica, Gemma Geis, la nueva ordenanza quiere “modernizar y adaptar los mercados de la ciudad a las normativas catalana y europea” y “reforzar el compromiso con el producto local, ecológico y de kilómetro cero”.
Paradas lineales, más limpieza y mejor gestión
Una de las principales novedades es que todas las paradas deberán disponerse en línea, con un máximo de 10 metros de longitud, o 12 metros si se trata de vehículos-tienda como churrerías o asadores. El objetivo, ha explicado Geis, es “evitar que algunos vendedores creen espacios cerrados con mostradores en forma de U”.
Además, los vendedores de producto fresco deberán utilizar guantes, y se intensificará el control sobre la limpieza y gestión de los residuos, con sanciones de entre 299 y 1.500 euros por infracciones leves o graves. El Ayuntamiento también desplegará dos asentadores en la Devesa para supervisar el funcionamiento del mercado.
Impulso al producto local y a la transparencia
El nuevo reglamento establece criterios objetivos para el otorgamiento de licencias, que se renovarán con el fin de las concesiones actuales —vigentes durante quince años y que caducan este octubre. Los aspirantes no podrán tener deudas con la administración, y se priorizará el producto de proximidad y sostenible.
Geis ha insistido en que “la ordenanza es un instrumento para poner orden y garantizar la actividad comercial dentro de un espacio protegido como la Devesa”, declarada Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN).
Aunque el texto no incluye el traslado del mercado de la Devesa a otra ubicación, como prevé el acuerdo de gobierno, Geis ha aclarado que esto no se descarta: “Jurídicamente, no se puede recoger dentro de la ordenanza, pero si el mercado se mueve, la normativa se aplicará igualmente a la nueva ubicación”.
El Ayuntamiento prevé que la nueva ordenanza se apruebe de manera definitiva antes de que acabe el año y entre en vigor entre enero y febrero de 2026.