El Ayuntamiento de Girona ha finalizado recientemente las obras de rehabilitación de los pisos de la Aurora, situados en el barrio del Pont Major, con el objetivo de mejorar la seguridad y las condiciones de acceso al edificio. Los trabajos han incluido la sustitución de las pasarelas exteriores que dan acceso a las viviendas de la primera y segunda planta, así como la instalación de una barandilla de protección. Estas obras han sido necesarias después de que los propietarios no cumplieran con los requerimientos de mantenimiento de los viales y la infraestructura del edificio, que presentaban un peligro para la seguridad de los residentes.
La actuación, que ha tenido un coste de 201.028,57 euros (IVA incluido), ha sido financiada de manera subsidiaria por el Ayuntamiento, ya que la finca es privada. Los propietarios habían sido requeridos en varias ocasiones desde 2012 para solucionar los problemas de degradación estructural, sin que estos actuaran. El Ayuntamiento optó por intervenir directamente después de varios incumplimientos y actuaciones previas, como el apuntalamiento de las pasarelas en 2017 para evitar daños mayores.
Esta intervención ha tenido un coste de 7.000 euros por vivienda, una cantidad que los propietarios deberán asumir. Para aquellos en situación de vulnerabilidad, el consistorio ha ofrecido la posibilidad de fraccionar el pago hasta en 48 meses.

Un proyecto prioritario para el barrio del Pont Major
El alcalde de Girona, Lluc Salellas, ha destacado que esta obra era “muy necesaria” para mejorar la seguridad y la calidad de vida de los vecinos y vecinas. “Esta actuación permite dignificar el espacio y garantiza la seguridad estructural del edificio”, ha explicado Salellas.
Por su parte, el concejal de Urbanismo de Proximidad, Lluís Martí, ha explicado que la intervención se llevó a cabo en el marco de un expediente de disciplina urbanística por incumplimiento de la obligación de conservación por parte de la propiedad. “El objetivo era garantizar la seguridad estructural del edificio y mejorar el acceso a las viviendas de manera eficiente e integrada con el entorno”, ha destacado Martí.
Con estas obras, el Ayuntamiento pone fin a más de diez años de peligrosidad para los residentes y continuará trabajando conjuntamente con los vecinos para encontrar soluciones a la rehabilitación de otros elementos del edificio y a la urbanización de su entorno.
