Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 26 de julio a cuatro personas de entre 20 y 50 años que estaban robando en un domicilio del distrito barcelonés de Sarrià-Sant Gervasi. La policía catalana inició hace meses una serie de vigilancias para incrementar la seguridad en uno de los espacios más atractivos para los ladrones de la ciudad. Durante un control rutinario, los agentes vieron a dos mujeres que parecía que estaban vigilando el acceso a un piso de la calle Muntaner, lo que extrañó a los efectivos.
Acto seguido, los Mossos decidieron identificarlas y mientras las registraban localizaron un plástico especial que los ladrones suelen utilizar para abrir las puertas sin llave. En este momento, un hombre y una mujer salieron rápidamente del edificio cargados con bolsas. Por este motivo, los agentes empezaron a perseguirlos y al detenerlos descubrieron que en el interior había joyas, dinero y otros objetos que ya se han devuelto a los propietarios.
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Una de las detenidas tenía una Orden Europea de Detención y Entrega
Una de las mujeres tenía un documento de identidad falso y al comprobar su identidad real la policía descubrió que tenía vigente una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) emitida por las autoridades de Bélgica. Además, entre todos acumulaban veinte antecedentes, motivo por el cual el 28 de julio se procedió al registro de su domicilio donde localizaron más objetos robados.
Finalmente, los arrestados pasaron a disposición judicial el 29 de julio después del Plan de Inteligencia de los Mossos d'Esquadra para prevenir los robos. Gracias a este monitoraje de los fenómenos delictivos y la distribución policial en las zonas y franjas donde suceden los hechos, los delitos en la Ciudad Condal ha bajado cerca de un 31,4% en los primeros meses del año, un auténtico éxito que ha mejorado la calidad de vida de los residentes.
