Los socorristas de las playas de Barcelona continúan en huelga después de rechazar la propuesta presentada este jueves por la noche por el Ayuntamiento durante una reunión de mediación con la empresa concesionaria y la Conselleria de Trabajo. La CGT, sindicato convocante de la huelga, ha acusado al consistorio barcelonés de "falta de conocimiento" sobre el servicio prestado por la plantilla. Según el sindicato, la propuesta incluye "una semana adicional de trabajo durante la temporada alta" y "dos puestos de trabajo más en el operativo de playas", que representaría "una mejora total de 4 vacantes en la temporada baja". No obstante, los socorristas consideran que esta oferta es "insuficiente" y se fundamenta "exclusivamente en los datos de afluencia de usuarios a la arena".
Los socorristas han explicado que su tarea va más allá de la vigilancia en la playa, ya que también gestionan "asistencias dentro y fuera del agua", "incidencias en el paseo marítimo" y "emergencias médicas derivadas del SEM y accidentes fuera de los 200 metros de la cobertura", así como tareas de "información y prevención" para los usuarios.
Una huelga iniciada para mejorar las condiciones laborales
La huelga, que comenzó el pasado viernes 1 de agosto, tiene como objetivo conseguir un convenio propio, la reducción de la temporalidad de la plantilla, más personal y mejoras laborales que los socorristas consideran "indignas". El miércoles, se celebró un encuentro de mediación que duró más de ocho horas, pero terminó con la propuesta del Ayuntamiento sobre la mesa, la cual no consiguió desactivar la protesta.
La CGT ha asegurado que mantiene su "voluntad de seguir trabajando por una solución al conflicto" y que esta pasa por un "rediseño inmediato" del servicio, teniendo en cuenta "la realidad del litoral barcelonés". Mientras tanto, los socorristas han decidido continuar con la huelga.
La propuesta del Ayuntamiento
En la reunión de mediación, que duró más de ocho horas, la CGT afirmó que tanto la empresa como el Ayuntamiento presentaron "la misma propuesta" que había provocado la convocatoria de la huelga el 18 de julio. Esta propuesta incluye, según el sindicato, "una semana adicional de trabajo durante la temporada alta", que va del 30 de mayo al 13 de septiembre. No obstante, los socorristas demandan pasar de las trece semanas actuales a unas 21 semanas de trabajo durante la temporada alta.
En cuanto a los trabajadores de temporada baja, el Ayuntamiento ha ofrecido "dos puestos de trabajo más en el operativo de playas", lo cual se traduciría en "una mejora total de 4 vacantes en la temporada baja". Actualmente, hay 30 trabajadores en invierno, pero los socorristas piden llegar a los 40.
Precariedad y externalización del servicio
Una de las demandas más destacadas de los socorristas es la reducción de la temporalidad en su plantilla, además de la exigencia de un convenio propio. Además, denuncian que las condiciones laborales han empeorado desde 2023, a pesar de dos huelgas y múltiples rondas de negociación con el Ayuntamiento.
El sindicato CGT ha denunciado la "precariedad absoluta" que afecta no solo a los socorristas, sino también a otros trabajadores esenciales como técnicos sanitarios, enfermeros, tripulantes y patrones de embarcaciones. También acusan al Ayuntamiento de "desentenderse de un servicio esencial, externalizado pero público", poniendo en riesgo la seguridad de los bañistas. Según la CGT, la empresa concesionaria, FCC Medioambiente, ha reconocido en varias reuniones "la existencia de un grave problema estructural que impacta en la operativa diaria del equipo acuático, sanitario y marítimo".
Tensión con el Ayuntamiento
A pesar de las tensiones, los socorristas han decidido detener temporalmente las acciones de protesta sindicales más visibles, como el cierre de las torres de salvamento o el izado de banderas rojas. Esta última acción, sin embargo, fue criticada por el teniente de alcaldía de Economía de la ciudad, Jordi Valls, que recordó a los protestantes que deben cumplir con los servicios mínimos fijados en un 50%. Valls añadió que mientras dure la huelga, la bandera que debe ondear es la amarilla.
Con todo esto, los servicios mínimos han continuado en las playas de Barcelona, con los socorristas realizando las tareas de seguridad desde la arena, a la espera de una solución a un conflicto que afecta tanto a las condiciones laborales de los trabajadores como a la seguridad de los bañistas.