La AMB rediseña su estrategia de gestión de residuos para mejorar los niveles de recogida selectiva

Algunos municipios ya están implantando nuevos sistemas de recogida como el puerta a puerta o con contenedores inteligentes.

09 de octubre de 2025 a las 18:47h
Planta de Triaje de Residuos en Gavà y Viladecans | FOTO: Robert Ramos / AMB
Planta de Triaje de Residuos en Gavà y Viladecans | FOTO: Robert Ramos / AMB

La AMB ha presentado la estrategia de futuro respecto al tratamiento y la gestión de los residuos municipales. Actualmente, el sistema de contenedores abiertos en la calle ha llegado al límite de su efectividad, hecho que provoca que los niveles de recogida selectiva estén estancados en torno al 40 % desde hace años, lejos de los objetivos establecidos por la Unión Europea. Con una generación en 2024 de 1.442.499,5 toneladas de residuos, se hace necesario un cambio de modelo.

Para revertir la situación y cumplir estos objetivos, los ayuntamientos están implantando nuevos sistemas de recogida con identificación de usuarios (puerta a puerta y contenedores inteligentes) y adaptando las tasas a estos cambios.

Se prevé conseguir, así, un aumento importante de los índices de separación por fracciones en origen. Es por ello que la nueva estrategia metropolitana de infraestructuras de tratamiento de residuos municipales incluye un rediseño profundo de toda la estructura de tratamiento, para adaptarse a la nueva realidad. Está previsto que el número de instalaciones de tratamiento de residuos crezca de manera significativa, con la construcción de plantas especializadas, y que se transformen algunas de las plantas existentes con el fin de adecuarlas a los cambios en la composición de los residuos.

El horizonte 2035 también marca una serie de objetivos normativos: reducción del 10 % en la generación total de residuos respecto a 2010, reducción del 10 % en la generación de la fracción de envases respecto a 2018, una tasa de reciclaje del 65 %, un nivel inferior al 15 % de los materiales impropios en la fracción orgánica, y un envío de rechazo de menos del 10 % a depósito controlado.

### Priorizar la prevención

El nuevo modelo da especial importancia a la primera etapa, que consiste en prevenir la generación de residuos y a reutilizar los materiales, de acuerdo con la idea de que «el mejor residuo es el que no se llega a generar».

Actualmente, ya existen servicios metropolitanos centrados en reducir la producción de residuos, como el espacio Mejor Que Nuevo, en funcionamiento desde 2010, que ayuda a los usuarios, de forma gratuita, a reparar sus objetos averiados, en una amplia variedad de categorías (electrónica, bricolaje, carpintería, bicicletas, textil...), y evita cada año la generación de 20 toneladas de residuos.

La nueva estrategia de residuos quiere llevar la reutilización a una escala mucho mayor, con la construcción de varias plantas dedicadas a la recuperación de materiales, para favorecer que entren en circuitos de economía circular.

Estas nuevas instalaciones incluirán plantas de recuperación de materiales, que recibirán objetos de las diferentes recogidas específicas, los puntos limpios y la recogida de voluminosos, y tendrán un almacén, un taller de reparación y una tienda o espacio de exposición.

Las plantas de gestión de excedentes alimentarios tendrán obradores que evitarán el despilfarro, y las plantas de lavado de envases permitirán evitar los envases de un solo uso.

 

La importancia de la fracción orgánica

Una de las claves del nuevo sistema es el tratamiento de la materia orgánica. Gran parte de esta fracción separada correctamente se trata en los ecoparques, y una pequeña parte también se lleva a las dos plantas de compostaje que hay en el territorio. Su tratamiento permite producir compost de alta calidad para la agricultura y biogás, que se transforma directamente en energía eléctrica.

La materia orgánica que llega a los ecoparques a través de la fracción resto también se separa exhaustivamente, pero debido a la baja calidad que tiene no se puede transformar en compost, de modo que su potencial para convertirse en recurso se reduce mucho. Además, el tratamiento de la fracción resto es sustancialmente más caro que el de las fracciones selectivas. Como referencia, tratar una tonelada de resto cuesta unos 130 €, mientras que tratar una tonelada de materia orgánica bien separada (en el contenedor marrón) cuesta unos 65 €.

El modelo futuro plantea reconvertir los ecoparques en plantas integrales de orgánica y aumentar su capacidad de tratamiento (150.000 toneladas anuales adicionales) y de generación de recursos. Del modelo actual de producción de compost y biogás se pasará a generar abonos y fertilizantes a la carta, y por medio de técnicas de enriquecimiento (upgrading) será posible transformar el biogás en biometano, que tiene un potencial energético mucho mayor y puede considerarse una energía renovable. La actividad de estas plantas principales estará reforzada por dos plantas auxiliares de orgánica, de nueva construcción, que harán el pretratamiento de los residuos y enviarán el macerado resultante a las plantas principales.

Con el incremento de recogida selectiva se simplifican las líneas de tratamiento de la fracción resto, se incorpora una planta de postratamiento para reducir la cantidad de rechazo que acaba en depósitos controlados o a valorización energética.

El objetivo es que menos del 16 % de los residuos acabe en una instalación de disposición finalista (planta de valorización energética o vertedero), y que como máximo el 10 % de los residuos totales acabe en un depósito controlado.

Desde hace años, las empresas que comercializan productos envasados de vidrio, plástico, metálicos, papel y cartón, aparatos eléctricos y pilas, están obligadas a pagar a la administración para que gestione su tratamiento una vez se convierten en residuos. La nueva legislación prevé normativas similares para el textil y voluminosos, y la implantación de un sistema de depósito y devolución (SDDR) en los próximos dos años.

GESTIÓN DE RESIDUOS EN EL ÁREA METROPOLITANA, INDICADORES DEL 2024
 

 

GESTIÓN DE RESIDUOS EN EL ÁREA METROPOLITANA, INDICADORES DEL 2024

Hoy también se han presentado los datos de generación, recogida y reciclaje de residuos en el territorio metropolitano de 2024.

En 2024 se produjeron 1.442.499,5 toneladas de residuos, lo que equivale a 422,4 kg por habitante y año. Esta cifra aumentó ligeramente respecto al año anterior, en que la generación fue de 421,7 kg/hab.

Se han reajustado una serie de datos para adaptarlo al nuevo método de cálculo de la Agencia de Residuos de Cataluña. Es por ello que al comparar el informe presente con los publicados en años anteriores, hay una diferencia en las cifras de generación.

Aunque, en conjunto, la producción de residuos municipales se ha reducido un 9 % desde 2010, queda lejos del objetivo marcado por la Unión Europea de reducir la producción en un 15 % en 2025.

Evolución de la recogida selectiva en el AMB
 

De todos los residuos generados en 2024, se recogieron selectivamente en origen un 38,81 % (559.791 toneladas), una cifra prácticamente igual que el año anterior (38,62%).

El ligero aumento de la recogida selectiva en los últimos años (desde 2017), que aún es insuficiente, se puede atribuir principalmente al número creciente de municipios que implantan los nuevos sistemas de recogida, como el puerta a puerta o los contenedores cerrados.

 

Tratamiento de residuos

En 2024, el AMB gestionó 1.442.499,5 toneladas de residuos provenientes de los municipios metropolitanos, mayoritariamente en instalaciones de titularidad metropolitana. Del total de toneladas que entraron en estas plantas, un 37,4 % se han reciclado.

 

Resultados desiguales en la recogida selectiva por fracciones

  • La fracción orgánica generada en 2024 equivale a 108,09 kg/hab., de los cuales un 39 % se recogió de manera selectiva, cifra que representa un aumento del 4 % desde 2023.
  • La generación de envases ligeros domésticos a lo largo de 2024 fue de 55,77 kg/hab., de los cuales un 38 % se recogió selectivamente.
  • Durante 2024 se generaron 33,08 kg/hab. de residuos de vidrio, con una recogida selectiva del 61 %, una disminución de casi 8 puntos porcentuales.
  • De la fracción papel y cartón, se generó el equivalente a 67,99 kg/hab., con un índice de recogida selectiva del 44 %, prácticamente al mismo nivel que el año anterior (45 %).
  • En cuanto a la producción de la fracción resto, el año pasado se generaron 258,5 kg/hab., siguiendo la tendencia a la baja de los últimos años.

El sistema mayoritario actual, que todavía es el de contenedores abiertos en la calle, no ha permitido alcanzar los objetivos marcados para 2025 tanto por la Unión Europea como por el Programa metropolitano de prevención y gestión de recursos y residuos municipales 2019-2025 (PREMET25): reciclar el 55 % de los residuos. De cara a 2035, el objetivo es llegar al 65 %, hecho que solo podrá alcanzarse si se da impulso a los nuevos sistemas de recogida con identificación.

De los 36 municipios metropolitanos, en 2024 solo 11 habían alcanzado el objetivo del 55 % de recogida selectiva: Begues, Castellbisbal, Corbera de Llobregat, Pallejà, la Palma de Cervelló, el Papiol, Ripollet, Sant Just Desvern, Santa Coloma de Cervelló, Torrelles de Llobregat y Tiana. A esta lista hay que sumar los barrios de Sarrià y de Sant Andreu de Palomar, en Barcelona.

Taula Grafic 02
 

 

Efectos en la economía metropolitana

El AMB calcula que si los municipios despliegan sistemas de recogida selectiva más eficientes, el coste del tratamiento podría llegar a disminuir en 20 millones de euros anuales debido al ahorro por la disminución en el tratamiento de la fracción resto y en el impuesto sobre el vertido controlado o la incineración. Este impuesto lo cobra la Agencia de Residuos de Cataluña, y la penalización por el envío de residuos a tratamiento finalista —vertederos y valorización energética— sirve para financiar la recogida selectiva y las instalaciones de tratamiento de residuos, especialmente de la fracción orgánica.

Económicamente, las diferencias entre municipios con respecto a la recogida selectiva también son muy importantes. El índice de reciclaje modula el importe que los habitantes de cada municipio pagan en concepto de tasa metropolitana de tratamiento y disposición de residuos (TMTR). Los municipios que recuperan más pueden pagar hasta tres veces menos que los que separan peor. Actualmente, el coste de tratamiento oscila entre los 60 € y 140 € por hogar y año, en función de la generación de residuos y el índice de reciclaje.

La irrupción de la covid supuso una ruptura de la dinámica de crecimiento de la producción de residuos que existía desde 2014. Económicamente, la sacudida de 2020 conllevó una reducción de la renta per cápita y, en consecuencia, la reducción en la producción de residuos. Después de esto, la situación económica se ha visto afectada por la crisis de la inflación y se ha mantenido la dinámica a la baja en la producción de residuos, porque, a pesar del incremento acentuado de la renta per cápita, la inflación ha afectado la capacidad de consumo hasta 2024, año en que la inflación ha bajado a niveles históricos –alrededor del 2-3 % anual– y ha habido un repunte en la producción de residuos.

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