Este viernes 10 es el Día Mundial de la Salud Mental. A lo largo de 2025, la Red de Oficinas Técnicas Laborales (OTL) de la Diputación de Barcelona ha ayudado a 1.636 personas con un trastorno psicológico o psiquiátrico y que están en la búsqueda de empleo. Edgar (el nombre es real, pero no quiere facilitar su apellido) es una de las 452 que lo ha conseguido (tasa de inserción del 27,2 %). “Encontrar un trabajo es importante para todo el mundo, pero aún más para una persona que sufre un trastorno mental y su estigma, porque nos enfrentamos cada día al rechazo y eso afecta mucho a la autoconfianza”, explica.
Las 19 OTL son los únicos centros de inserción laboral de la provincia de Barcelona de la red pública que están orientadas a la mejora de la empleabilidad de las personas con un diagnóstico en salud mental. Entre las personas que han sido atendidas en las oficinas a lo largo de este año presentan trastornos del estado de ánimo episódicos (16,4 %), esquizofrenia (13,8 %), ansiedad, disociativo y somatoforme (12 %), de personalidad (11,6 %) o generalizados del desarrollo (10,3 %).
Edgar, de 31 años, sufre un trastorno del espectro autista y tiene un certificado de discapacidad de grado 1. Hasta ahora, había hecho prácticas laborales en un laboratorio. “Con el trabajo me salía bastante bien, sobre todo cuando tenía tareas muy pautadas, pero la relación con la gente me costaba muchísimo”, explica. En 2021 sufrió una crisis de ansiedad, que acabó en una depresión. Tras un periplo de pruebas, el diagnóstico definitivo llegó en octubre de 2024, que le sirvió para concretar qué pasaba y buscar un futuro. A menudo, las personas que han pasado por una experiencia como la suya pierden la confianza en el futuro y en sus propias posibilidades. “A las personas que sufren un problema de salud mental, les diría que primero deben poner en orden sus cosas, reencontrar la tranquilidad, y luego ir a una OTL”, opina.
En la OTL, Edgar ha recibido asesoramiento práctico sobre cómo mejorar su currículum o cómo preparar una entrevista de trabajo. “Cuando tuve la primera oferta, la orientadora me ayudó a organizar cómo llegar y cómo preparar las preguntas”, explica. Desde la oficina lo llaman para saber cómo se encuentra y además hace una hora de tutoría individual al mes y dos horas a la semana de sesiones grupales. “El objetivo principal es encontrar un trabajo”, señala.
De las 1.636 personas atendidas este año, un 52,2% son hombres y un 47,3 %, mujeres. Un 0,5% se define como no binario. La mayoría han terminado la ESO (21,2 %), tienen graduado escolar o bachillerato elemental (15,1%) o un certificado de estudios primarios (12 %). 39 usuarios tienen estudios superiores (2,4 %).
Edgar trabaja como controlador de accesos en una escuela y ha encontrado empatía. “Los compañeros me recibieron bien. Todo el mundo conoce a alguien de su entorno que ha tenido algún problema de salud mental y hace que la gente entienda estas situaciones”, dice. El 4,5 % de la población catalana es susceptible de sufrir un trastorno de salud mental grave. En las comarcas de Barcelona esto implica unas 175.000 personas. De cada 10 personas atendidas en las OTL, tres encuentran trabajo.