El Ayuntamiento está instalando durante este verano dos nuevos radares de punto en la Ronda Litoral (B-10), uno por sentido en el punto kilométrico 16,1, a la altura de la Zona Franca. La instalación de sistemas de control automático de los excesos de velocidad a través de radares se enmarca en el compromiso municipal de incrementar la seguridad vial y reducir los siniestros viales en la capital catalana.
La previsión es que los radares, que se han empezado a instalar este julio, estarán operativos durante el mes deseptiembre, una vez estén colocados de forma definitiva en su ubicación, se hayan integrado en la plataforma municipal y conectados con el centro de control y se haya podido comprobar su correcto funcionamiento. La elección de la ubicación de los nuevos radares de punto se ha valorado conjuntamente entre el Área de Movilidad y la Guardia Urbana, analizando los datos de siniestralidad y con el objetivo de cubrir aquellos puntos donde se detecta un mayor número de siniestros.
La instalación de estos dos nuevos puntos de control se debe a una de las mejoras previstas en el contrato de mantenimiento de radares del Ayuntamiento de Barcelona, que incluía como mejora esta nueva tecnología, y a la vez, la mejora y renovación de otro radar, en este caso en la Ronda de Dalt B-20. Tanto el hecho de disponer de nueva tecnología como la renovación de la existente permite un mayor control del cumplimiento de la velocidad, evitar infracciones y, en definitiva, evitar siniestros e incrementar la seguridad vial en la ciudad.