El Ayuntamiento de Barcelona ha desactivado este lunes el plan básico de emergencia municipal y el protocolo de ola de calor que se encontraban activados en fase de alerta desde el sábado 16 de agosto, a partir del aviso del Servicio Meteorológico de Cataluña por una situación meteorológica de peligro con la previsión de superar los 34,2° en la ciudad. Con la activación de la alerta por ola de calor, el consistorio ha realizado tareas de información, seguimiento y control de las personas en situación de vulnerabilidad a través de los servicios de teleasistencia, atención domiciliaria y de los centros de servicios sociales. En algunos casos se activaron medidas para evitar que las personas con más riesgo salieran a la calle en las horas de más calor.
Por ejemplo, se hizo a través de la concesión puntual de comidas a domicilio, la entrega de ventiladores o la atención personalizada a domicilio.
La activación de la fase de alerta supuso intensificar las medidas de información y seguimiento de colectivos vulnerables que, de manera ordinaria, activa el Ayuntamiento de Barcelona entre el 15 de junio y el 15 de septiembre.
Se activó la fase de alerta diurna por calor intenso dado que la situación meteorológica suponía un peligro alto para la ciudadanía en situación de vulnerabilidad. La activación implicó el despliegue de equipos de calle. Así pues, el Centro de Urgencias y Emergencias Sociales (CUESB), en coordinación con el servicio de Protección Civil municipal y en colaboración con la Cruz Roja, puso en marcha un operativo específico en la vía pública.
En paralelo, el Ayuntamiento mantiene activo en fase de alerta el plan para riesgo de incendios forestales ante el mantenimiento del nivel 3 del Plan Alfa en el Barcelonés. Por este motivo todos los parques de Bomberos de Barcelona se mantienen en alerta ante la alta posibilidad de que se pudiera producir un incendio en zona forestal y se aumentan los recursos destinados a Collserola.