El Ayuntamiento de Barcelona ha cerrado un acuerdo con el Estado para adquirir el 48,30% restante del edificio noucentista situado en la Via Laietana, 8-10, valorado en 22,35 millones de euros. Esta inversión se hará efectiva a través del presupuesto previsto para 2025 y supondrá que el consistorio pase a ser propietario de casi 10.000 metros cuadrados adicionales de este inmueble emblemático.
Una sede administrativa centralizada para más de 700 trabajadores
Esta adquisición es clave para completar la creación de una gran sede administrativa municipal en el centro urbano, que en plena operatividad acogerá a más de setecientas personas trabajadoras del consistorio. El teniente de alcalde de Economía, Vivienda, Hacienda y Turismo, Jordi Valls, ha destacado que se trata de “recuperar edificios patrimoniales para que tengan actividad económica”, resaltando que "la mitad del edificio ya es propiedad del Ayuntamiento y actualmente está en proceso de rehabilitación". Por ello, completar la compra reforzará los beneficios previstos.
Beneficios sociales y urbanísticos asociados a la compra
Además de optimizar recursos públicos —con un ahorro anual previsto de 1,66 millones de euros gracias al traslado de los servicios municipales desde los locales alquilados—, esta operación tiene un impacto directo sobre el barrio Gótico. La liberación de los espacios actualmente ocupados permitirá construir cerca de ochenta viviendas públicas nuevas y edificar el nuevo Centro de Atención Primaria (CAP) Gótico, situado en el edificio de la calle Pi i Sunyer.
Asimismo, se espera que esta intervención contribuya a revitalizar la Vía Laietana, convirtiéndola en un eje vibrante para la vida ciudadana mientras se recupera un inmueble catalogado con nivel C patrimonial.
Aprobación política y detalles del proceso
El acuerdo fue aprobado durante el Plenario del Consejo Municipal celebrado este viernes con los votos favorables del PSC, BComú y ERC; mientras que Junts per Barcelona y VOX votaron en contra; el PP se abstuvo.
Rehabilitación en marcha y plan futuro
El inmueble ya está inmerso en una primera fase rehabilitadora iniciada en diciembre de 2023, centrada especialmente en las plantas superiores propiedad municipal. Esta reforma cuenta con un presupuesto de 18,7 millones de euros y está prevista que finalice en octubre del próximo año
Al acabar estos trabajos se trasladarán servicios ubicados ahora mismo en el edificio municipal situado en la plaza Pi i Sunyer, lo que permitirá liberar espacio para construir el nuevo CAP Gòtic. La rehabilitación total afectará las once plantas disponibles (incluyendo dos sótanos) y facilitará también el traslado progresivo de los servicios municipales repartidos ahora entre cinco edificios diferentes en las calles Avinyó (7, 15 y 32), Ciutat (3) y Paradís (14).
El impacto social: vivienda pública en el barrio Gótico
Este proceso abrirá la posibilidad de crear hasta ochenta viviendas públicas en una zona donde existe una elevada presión residencial. Se prevé que toda la rehabilitación completa así como los traslados definitivos estén acabados hacia 2032 después de ejecutar todas las fases previstas.
Mantenimiento temporal de los servicios estatales existentes
El espacio adquirido incluye dependencias actualmente ocupadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Aunque una parte significativa permanece vacía, se ha pactado que el INE pueda continuar utilizando estas instalaciones durante un período máximo de cinco años tras formalizarse la compraventa mediante escritura pública. Este acuerdo asegura una transición ordenada sin afectar los servicios estatales prestados allí.
Ejes estratégicos del proyecto según el gobierno municipal
De esta manera se alcanzan tres objetivos principales: mejorar la eficiencia de los recursos municipales concentrando múltiples servicios dispersos; incrementar notablemente el parque público de vivienda; impulsar la regeneración urbana del centro histórico. La concentración funcional dentro de un único edificio generará nuevas sinergias internas entre unidades administrativas facilitando coordinaciones más ágiles, reduciendo duplicidades burocráticas y mejorando globalmente la atención ciudadana.