La presidenta del grupo municipal de Barcelona en Comú, Janet Sanz, se ha despedido este viernes del plenario del Ayuntamiento de Barcelona tras catorce años como concejala. Sanz entró en el consistorio en 2011, con solo 27 años, como número cuatro de la lista de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), y ha sido una de las figuras clave del proyecto de los Comunes, especialmente durante los mandatos de Ada Colau como alcaldesa.
En su último discurso en el Salón de Plenos, Sanz ha defendido la necesidad de saber poner punto final a las etapas políticas. “Mucha gente se extraña, pero la anomalía es no querer dejar la política”, ha afirmado, asegurando que se marcha “satisfecha, plena y con la conciencia tranquila” después de haber tenido lo que ha definido como “el privilegio de repensar y rehacer la ciudad”.
Durante su intervención, ha comparado la experiencia política con un “deporte de riesgo”, una “excursión de alta montaña” en la que a menudo falta oxígeno y que, según ha explicado, hay que saber abandonar a tiempo. “He sufrido las consecuencias de esta excursión brutal”, ha reconocido, en un discurso marcado por el tono reflexivo y personal.
Un legado urbanístico controvertido pero transformador
Sanz ha sido una de las caras visibles de las grandes transformaciones urbanas de Barcelona durante los últimos años. Como responsable del área de Ecología, Urbanismo y Movilidad, ha reivindicado un modelo de urbanismo “que combina la justicia social y la salud” y que, según ha defendido, “puede construir derechos y deshacer privilegios”.
Entre las políticas que ha destacado se encuentran la implantación de las supermanzanas, la limitación de nuevos hoteles, la suspensión de licencias de pisos turísticos y la conexión del tranvía por la Diagonal, una operación que ha admitido que le hizo “sudar” pero que considera clave para la movilidad de la ciudad. También ha tenido palabras especiales para el distrito de Nou Barris, del que fue concejala, y ha hecho un llamamiento a sus compañeros de consistorio a “no tener miedo al conflicto” como motor de cambio. “He intentado incomodar, porque si he incomodado es que transformaba”, ha afirmado.
Sanz ha advertido también del cansancio de la ciudadanía ante las promesas incumplidas y ha reclamado reforzar la confianza en las instituciones.
Reconocimiento transversal en el pleno
La despedida de Janet Sanz ha contado con una amplia representación política e institucional. A la sesión han asistido, entre otros, la exalcaldesa Ada Colau; el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; la presidenta del grupo parlamentario de los Comuns, Jéssica Albiach; el eurodiputado Jaume Asens, y el portavoz del partido, David Cid.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha reconocido la “valentía y el coraje” de Sanz y ha asegurado que la etapa urbanística que lideró “marcará una época”. A pesar de recordar las “discusiones profundas” que mantuvieron cuando compartían gobierno, ha destacado la “lealtad a prueba de bomba” entre ambos. Collboni ha prometido que la conexión del tranvía se hará realidad y ha afirmado que, cuando se inaugure, Sanz y Colau deberían estar presentes en el primer viaje.
Desde el resto de grupos municipales también ha habido palabras de reconocimiento, a pesar de las discrepancias ideológicas. Junts, ERC, el PP e incluso Vox han coincidido en destacar la constancia, el compromiso y la capacidad de debate de la hasta ahora presidenta de BComú.
Nuevo liderazgo en Barcelona en Comú
Con la salida de Janet Sanz del consistorio, la presidencia del grupo municipal de Barcelona en Comú pasará a manos de Gemma Tarafa, hasta ahora portavoz del grupo. El cargo de portavoz lo asumirá Marc Serra, mientras que Pau Gonzàlez se convertirá en portavoz adjunto.
Además, el relevo de Sanz comporta la entrada de una nueva concejala en el grupo municipal: Tania Corrons, economista con una larga trayectoria en la gestión financiera de empresas y ONG, y hasta ahora responsable de Organización y Territorio de los Comuns.
Con este relevo, Barcelona en Comú inicia una nueva etapa en el consistorio, mientras Janet Sanz cierra una trayectoria política municipal que ha sido tan influyente como controvertida, pero que, según los reconocimientos recibidos, ha dejado una huella profunda en la transformación urbana de la ciudad.