El servicio de bus interparroquial entre Andorra la Vella y Escaldes-Engordany y en el que se está trabajando desde las dos corporaciones para definir, entre otros, el recorrido, puede estar "en marcha" en otoño, quizás incluso en el mes de septiembre, según ha avanzado la cónsul mayor escaldense, Rosa Gili.
De esta manera ha destacado que los dos municipios han estado trabajando y que hasta que el ejecutivo hizo los cambios en las líneas nacionales este servicio conjunto se planteaba "sin forzosamente prisa", ya que lo que se quería era que supusiera "un plus, un beneficio añadido" pero ahora, a raíz de las modificaciones se ha vuelto "una necesidad". En este sentido, ha puesto de relieve que a pesar de los procesos de la administración pública, que requieren unos trámites, se hará "muy rápidamente".
Teniendo en cuenta que una de las quejas que ha habido ha sido que la línea circular, que unía las parroquias centrales, haya dejado de funcionar y que desde el Gobierno se defienda que este recorrido debería ser asumido por el bus comunal, Gili ha argumentado que en un principio "el objetivo inicial" era poder acercar a la gente de Andorra la Vella a los lugares "importantes" de la parroquia vecina como el hospital, el centro o la parte alta y que los de Escaldes-Engordany llegaran a lugares como la CASS o el Gobierno. Por lo tanto, ha añadido que como la línea circular "prestaba otro servicio" se acabará de ver "cómo se compagina una cosa con la otra", aunque no se había "trabajado nunca con esta idea", ya que si se hubiera "sabido se habría buscado la mejor manera para perjudicar lo menos posible a los ciudadanos". En este sentido, ha lamentado nuevamente no haber podido tomar parte en la decisión sobre los cambios en las líneas nacionales a pesar de celebrar que se hayan hecho algunos ajustes a raíz de la "preocupación" mostrada por los ciudadanos.