Más de 9,4 MEUR y un año y medio de obras para la ampliación de la CG-2 a la altura de la Trava

El Gobierno ha dado luz verde a la adjudicación de una de las mejoras viarias más destacadas de la legislatura. Se trata de la finalización de la ampliación de la carretera general 2 (CG-2), entre la cascada de Canillo y la Aldosa de Canillo, conocida como la zona de la Trava, que se ha adjudicado por un importe de 9.441.091,49 euros a la empresa UTE Pidasa-Progec Bordes de l'Aldosa. Con esta intervención se refuerza la seguridad de este punto conflictivo de la red viaria.

Con esta, las tres infraestructuras viarias clave de la legislatura ya están adjudicadas, dos de las cuales ya están en marcha, como son las desviaciones de la Massana – Ordino y de Sant Julià de Lòria, con el túnel de Rocafort. La previsión es empezar las obras durante el invierno, por las zonas sin afectación al tráfico, con una duración de un año y medio, hasta el verano de 2027.

Con esta actuación se refuerza la seguridad en este punto crítico de la red viaria. El tramo que se licita tiene una longitud de 655 metros, correspondiente a los sectores 1 y 2, y da continuidad a los sectores 3 y 4 que ya se mejoraron y ya están abiertos al tráfico. Tal y como ocurre en los tramos 3 y 4, se prevén tres carriles de circulación, dos en sentido ascendente y uno descendente, una acera de dos metros por el lado río, y un arcén para los ciclistas en sentido ascendente. El proyecto también contempla un tramo de galería de servicios, así como dos viaductos. Además, se ha incluido la revegetación de espacios de sobreancho de la carretera general, así como la creación de accesos para los peatones entre la CG-2 y el río.

En esta sesión, el ejecutivo también ha aprobado la adjudicación de los trabajos de control de calidad de las obras de ensanche y rectificación de la CG-2 por un importe de 148.650,87 euros a la empresa Pirineu Inspecció i Control, SLU.