Tortosa refuerza la memoria histórica con nuevos espacios dedicados a las víctimas del franquismo

El consistorio instalará un atril sobre los bombardeos y una placa en homenaje a Jacint Arbona, fusilado en 1939

06 de noviembre de 2025 a las 19:20h
Actualizado: 06 de noviembre de 2025 a las 19:20h

El Ayuntamiento de Tortosa continúa ampliando su red de espacios de memoria histórica con la instalación de nuevos elementos conmemorativos que recordarán episodios y figuras vinculadas a la represión franquista y la Guerra Civil.

Por un lado, el consistorio colocará un atril explicativo junto al puente rojo, para recordar los bombardeos fascistas que asolaron la ciudad. Por otro lado, se rinde homenaje a Jacint Arbona, un campesino y guarda rural del barrio de Remolins fusilado en agosto de 1939 tras un consejo de guerra sumarísimo celebrado en Tarragona. Su memoria será preservada con una placa en la fachada de la casa donde vivió.

La inauguración de estos nuevos puntos de recuerdo tendrá lugar el 16 de noviembre, coincidiendo con los actos del 87 aniversario del fin de la batalla del Ebro. La jornada incluirá también una visita guiada titulada Bajo la bota de Franco. Represión franquista en Tortosa, que recorrerá diversos espacios relacionados con la posguerra y la dictadura.

Además, la Asociación de Víctimas de la Represión Franquista en Tarragona colocará una baldosa conmemorativa delante del consistorio en recuerdo de Josep Rodríguez Martínez, alcalde de Tortosa fusilado el 8 de agosto de 1939.

El programa Memoria Democrática 2025 incluye también la señalización de las casas de víctimas como Joaquim Cid, Primitiu Sabaté Barjau y Sebastià Campos Terré, así como la renovación de la señalización del refugio antiaéreo número 4, adaptada a los criterios del manual técnico de espacios y rutas de memoria.

Los actos de memoria se clausurarán el 21 de noviembre con “Molotov”, una representación teatral basada en el libro Caso Cipriano Martos del periodista Roger Mateos, que retrata la historia del militante antifranquista muerto en 1973 en Reus.

Con estas acciones, Tortosa reafirma su compromiso con la preservación de la memoria democrática y con el homenaje a las víctimas de la represión franquista, consolidándose como una de las ciudades más activas de Cataluña en la recuperación de este patrimonio histórico y humano.