Torelló pide "mano dura" para acabar con la multireincidencia en el municipio

Se ha reforzado la presencia policial y se quiere desalojar un edificio ocupado que preocupa a los vecinos por el incivismo.

03 de octubre de 2025 a las 15:24h
Actualizado: 03 de octubre de 2025 a las 15:24h

El Ayuntamiento de Torelló (Osona) ha pedido con urgencia más recursos y un cambio normativo que permita aplicar leyes más duras contra la multireincidencia y las ocupaciones ilegales. El alcalde, Marçal Ortuño (ERC), ha advertido que “no basta con ampliar las plantillas de cuerpos policiales si los delincuentes acaban en la calle en poco tiempo”.

El consistorio asegura que trabaja desde hace meses para resolver problemáticas vinculadas al incivismo y a ocupaciones conflictivas. Ortuño pide “calma” y subraya que “tenemos un foco que crea inseguridad a los vecinos, pero no hemos entrado en una derivada de violencia en la calle como se ha dicho en algunos medios”.

En los últimos días se ha reforzado la presencia policial y se ha avanzado en el desalojo de un edificio problemático que el Ayuntamiento espera hacer efectivo antes de acabar el año. Paralelamente, se están tramitando cinco nuevas plazas de Policía Local, pero cuatro son para jubilaciones inminentes, de manera que solo habrá un agente más. “En realidad necesitaríamos muchos más”, lamenta Ortuño, que también reclama más presencia de Mossos d’Esquadra y recuerda que el consistorio está tramitando la instalación de cámaras lectoras de matrículas.

En cuanto a las ocupaciones, el caso más complejo es el de un inmueble de la calle Sant Josep, donde ya se han hecho gestiones para agilizar el desalojo después de que los agentes pudieran entrar y constatar que "no es habitable". "El año pasado aprobamos una moción de convivencia para sancionar al máximo los actos de incivismo e inseguridad en la calle, pero esto, para algunos colectivos, tiene muy poca eficacia", admite el alcalde.

Vecinos de la zona han denunciado sospechas de tráfico de drogas y suciedad en las calles. Roser Mas, portavoz de la Comisión de Fiestas de la calle Sant Josep, asegura que “personas recién llegadas han ocupado algunos pisos y esta gente se ha dedicado exclusivamente a delinquir”. También denuncia la presencia de coches de gama alta y movimientos sospechosos: “Este edificio ocupado está atrayendo nueva delincuencia, con gente que está de paso y que se aloja durante unos días”.

Otro miembro de la comisión, Joan Fabregó, describe un ambiente “más o menos tranquilo” de día, pero con “gritos y algunas peleas” por las noches. “No es debido a los inmigrantes, sino que se ha infiltrado gente que no se comporta bien, que no respeta las normas de civismo y no queremos que vaya a más”, afirma.

A pesar de estas percepciones, los Mossos d’Esquadra indican que los hechos delictivos han bajado ligeramente: de 480 en el primer semestre de 2024 a una cuarentena menos en el mismo periodo de 2025.

En cambio, los comerciantes denuncian un repunte de robos en los últimos cuatro meses. “Hay desasosiego y malestar porque algunos establecimientos han visto cómo les entraban a robar dos veces y algún intento más”, explica el presidente de la Agrupación de Comerciantes, Jordi Jaumira. Reclaman más seguridad, mejor iluminación y cámaras lectoras de matrículas.

El debate también ha llegado al pleno municipal de este lunes, cuando un grupo de vecinos protestó por los ocupas de la calle Sant Josep, hecho que obligó a suspender temporalmente la sesión. La concejala de seguridad y el alcalde insistieron en que los consistorios no tienen suficientes herramientas para combatir la multireincidencia y que seguirán exigiendo más medios.

Desde la plataforma vecinal, Roser Mas critica la protesta: “Reventaron un pleno sin ponerse en la posición de decir qué se puede hacer para resolverlo”. Y concluye: “Nuestro lema es poco ruido y mucho trabajo”.