CRIMEN DE TORELLÓ | "La muerte de mi madre era evitable. Mi hermano necesitaba ir a un psiquiátrico"

La hija de la mujer asesinada en Torelló y hermana del asesino, habla de la desatención psiquiátrica que llevó a la desgracia

05 de agosto de 2025 a las 08:29h

Rosa, la hija de la mujer de 80 años asesinada el miércoles pasado en Torelló (Osona) por su hijo, de 54 años, que a su vez es su hermano, explicó el trágico caso ayer en una entrevista en RAC1.

Desde hacía cuatro años que la familia estaba esperando que la justicia valorara el ingreso involuntario del hermano en un centro psiquiátrico, ya que no quería que lo ingresaran para tratar su cuadro psicótico.

Parece que, dos días antes del crimen, la madre denunció al hijo y este entró en cólera por este hecho. "El problema es que si él no quiere seguir un tratamiento no hay nada que hacer, mi madre estuvo luchando muchos años por él".

UN CALVARIO DE AÑOS

Madre e hijo vivían en la misma calle y los problemas de la familia empezaron con una larga depresión del hijo. "Llevaba años con depresión, se aislaba, estaba triste y tenía una vida muy desordenada. Hacía años que no trabajaba", explica la hermana.

Durante la pandemia, el aislamiento hizo empeorar el estado mental del hijo, que empezó a sufrir brotes esquizofrénicos y dejó de asistir al psiquiatra. Así hasta que en 2021 el hombre agredió a su madre con un martillo y esta lo denunció.

 "El hospital y el centro de salud mental lo valoraron, hicieron un informe médico diciendo que él tenía un discurso coherente, tranquilo, que no tomaba drogas ni sufría ninguna adicción. Lo dejaron ir porque entendieron que no lo podían retener contra su voluntad", explica Rosa.

Aquella misma tarde, el hijo destrozó totalmente el hogar materno antes de que la mujer volviera. Esto comportó una detención y una orden de alejamiento e incomunicación con su madre, que no sirvió para nada. Así la mujer se fue de Torelló para vivir con su pareja en otro municipio, y el problema con el hijo lo tuvieron los vecinos.

Agresiones y amenazas a vecinos y a un trabajador de los servicios sociales, la familia animando a los vecinos a denunciar para poderlo ingresar y ningún avance.

Cuando la mujer perdió a la pareja volvió a su casa, en Torelló, donde el 30 de julio el hijo acabó con su vida. Rosa lo resume así: "Ella le abrió la puerta porque era su hijo y lo quería. Su muerte era evitable totalmente, la causa era una enfermedad que no se trató en su momento, fue evolucionando y empeorando hasta el punto de ser capaz de matarla".

¿QUÉ PASA CON LOS INGRESOS PSIQUIÁTRICOS?

La legislación estatal protege la libertad individual como un bien esencial y solo permite el ingreso psiquiátrico involuntario en casos muy concretos. Si una persona con trastorno mental grave rechaza ser ingresada, solo se puede hacer contra su voluntad si hay riesgo para ella misma o para los demás.

En estos casos, hace falta un ingreso involuntario por vía judicial: la familia tiene que llevar el caso a urgencias, y el médico puede hacer un ingreso urgente no voluntario, que tiene que ser comunicado al juzgado en menos de 24 horas.

El juez decide si ratifica el ingreso. El proceso a menudo es lento y complejo, y puede dejar a las familias desprotegidas ante situaciones graves, como en el caso de la madre de Rosa. Esto genera un vacío de atención para muchos pacientes con enfermedades mentales graves pero no agudas, y una gran carga para las familias.

 

 

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Marc Pascual
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