El aumento de temperaturas, especialmente en olas de calor como la que sufre gran parte de Europa en estos momentos, están haciendo que la mortalidad relacionada con el calor aumente cada año. Las últimas víctimas de este fenómeno en España, según ha informado la Junta de Andalucía, són una mujer de 61 años y un chico de 22 años, ambos trabajadores en el exterior.
En el caso del chico, habría muerto en algún momento entre el 13 de julio y el 11 de agosto —la Consejería de Salud no ha especificado la fecha concreta— mientras trabajaba en el exterior. Según informan, el chico presentaba antecedentes personales que lo situaban en un grupo de especial riesgo según el protocolo andaluz para hacer frente a las altas temperaturas.
En el mismo período de tiempo también murió una mujer, de 61 años, y también por un golpe de calor mientras trabajaba en Jerez de la Frontera, en Cádiz. En este caso, se trataba de una limpiadora de la vía pública, en un caso que recuerda al de la limpiadora que murió en Barcelona. Según informa la Consejería de Salud andaluza, los servicios médicos de la comunidad han atendido, durante la temporada, 897 avisos relacionados con el calor. De estos, 18 necesitaron ingreso hospitalario y 7 acabaron siendo mortales.
La noticia ve la luz justo en el peor momento de la ola de calor que sufre España y gran parte de Europa. Este mismo lunes, por ejemplo, la estación meteorológica de Vinebre, en la Ribera d'Ebre, ha llegado a rozar los 44 °C, con 43,8 °C a las 15:00 h de la tarde, marcando su temperatura más alta en 27 años de historia y marcando la temperatura más alta que se ha alcanzado este verano en cualquier punto de Cataluña. Más de una decena de estaciones más han superado los 40 °C.