Desde hace años, los usuarios del servicio ferroviario AVANT entre Lleida y Barcelona viven un deterioro progresivo que el conjunto de las administraciones han preferido ignorar. Retrasos, trenes saturados, falta de plazas, asientos desgastados, megafonía inoperativa, ausencia de servicios básicos y un sistema de abonos injusto se han convertido en la rutina diaria de miles de leridanos que dependen del tren para trabajar, estudiar o recibir atención sanitaria, entre otros. Y mientras tanto, el Ministerio de Transportes y la Generalitat callan o se limitan a prometer mejoras que nunca llegan.
Lleida es capital clave para el conjunto de las comarcas de Ponent. Esta capitalidad exige conexiones ferroviarias a la altura: frecuentes, fiables y competitivas. Pero la realidad es bien diferente. Los trenes de primera hora —los de las 7:05 h y 8:10 h— viajan llenos hasta la bandera; los del mediodía y retornos de tarde sufren el mismo problema, y es casi imposible reservar plaza con semanas de antelación. A esto se añaden retrasos constantes, deficiencias técnicas y la desaparición de servicios básicos como las cafeterías o las máquinas de venta automática.
Esta situación no es puntual ni inevitable: es el resultado de años de inacción. Hace casi ocho años que el PSC gobierna en el Congreso con sus cómplices de Esquerra y Junts. En la Generalitat también los socialistas gobiernan con el apoyo de ERC y Comuns. En la Diputación lo hacen con ERC y PSC, y en la Paeria PSC con Junts. Todo entre todos un baile de siglas, pero el servicio AVANT sigue igual o peor ocho años después.
El deterioro del servicio AVANT tiene consecuencias directas sobre la vida y la economía de la gente. Las horas perdidas, los retrasos, los sobrecostes y la falta de fiabilidad afectan la productividad, la conciliación familiar y, en definitiva, la calidad de vida de miles de ciudadanos. Hablamos de una necesidad básica, no de un lujo. El tren es una herramienta de cohesión, de sostenibilidad y de igualdad de oportunidades; pero en Lleida, hoy, se ha convertido en un símbolo de abandono institucional.
Por ello, en el pleno de la semana pasada **se aprobó por unanimidad la moción del grupo municipal popular en la Paeria** para revertir esta situación con propuestas concretas y factibles. Ahora veremos si el gobierno cumple con lo que ha votado. ¿Y qué hemos aprobado? En primer lugar, exigimos **más frecuencias y mejores horarios**, especialmente en horas punta, y la **recuperación de trenes suprimidos** como los de las 9:00 h y 18:40 h. Hay que incorporar también un nuevo servicio antes de las 6:30 h para facilitar la llegada a Barcelona antes de las 8:00 h, y ampliar los retornos de tarde y de fin de semana.
En segundo lugar, reclamamos la modernización urgente de los convoyes, con asientos nuevos, enchufes para dispositivos electrónicos, una megafonía operativa y la recuperación de los servicios de cafetería o máquinas automáticas. Igualmente, es necesario flexibilizar los abonos y eliminar penalizaciones injustas cuando las incidencias no son culpa del usuario.
También defendemos una integración tarifaria real con Cercanías y otros sistemas metropolitanos, y bonificaciones específicas para trabajadores, estudiantes y pacientes que utilizan a diario el AVANT. Y, sobre todo, exigimos la inclusión de Lleida en las rutas de los operadores privados de alta velocidad. No puede ser que la liberalización ferroviaria cree ciudadanos de primera y de segunda.
Lo que pedimos no es ningún privilegio, sino justicia territorial. Necesitamos un compromiso firme, no promesas vacías. En el pleno de octubre se aprobaron por unanimidad nuestras once propuestas concretas y factibles, las cuales han sido menospreciadas por el conjunto de las administraciones, todas ellas gobernadas en los últimos años por PSC, ERC, Junts y Comuns.
Es hora de decir basta. Lleida merece un tren AVANT digno, un servicio moderno y fiable que esté a la altura de su papel como capital y motor económico. Los leridanos no piden favores: reclamamos lo que es nuestro por derecho y velaremos por el cumplimiento de la moción. Esta es la #Lleidaimplicada que quiero y defiendo.
