Un potente terremoto de magnitud 6,0, seguido por varias réplicas, ha devastado la región este de Afganistán durante esta noche del domingo, causando una tragedia con al menos 600 muertos y 2.000 heridos. El epicentro del sismo se ha localizado en la provincia de Nangarhar, cerca de la frontera con Pakistán.
El sismo se ha producido a las 23.47 (hora local) y ha sido seguido por réplicas de magnitud 5,2. Las provincias de Kunar, Nangarhar, Nuristán y Laghman han sido las más afectadas, con enormes daños materiales y centenares de viviendas destruidas. En algunos de los distritos más impactados, el balance de víctimas fatales continúa aumentando.
Las labores de rescate han comenzado rápidamente, aunque las condiciones dificultan el acceso a las zonas más afectadas. Deslizamientos de tierra han bloqueado varias carreteras clave, especialmente en las provincias montañosas, lo cual ha retardado la llegada de ayuda a las áreas más remotas. Las autoridades temen que el número de víctimas continúe creciendo a medida que avancen las operaciones de rescate.
A pesar de la magnitud del desastre, las réplicas del terremoto también han generado pánico en la región. En Kabul, la capital, se han sentido fuertemente las sacudidas, aunque de momento no se han reportado víctimas ni daños graves en la ciudad. El portavoz talibán Zabihullah Mujahid ha expresado que los esfuerzos de rescate están en marcha y que se utilizarán todos los recursos disponibles para salvar vidas.
Este terremoto se suma a la tragedia de octubre de 2023, cuando otro sismo de magnitud similar causó más de 2.000 muertos en el mismo país. La comunidad internacional ya se ha movilizado para enviar ayuda a Afganistán, aunque los esfuerzos de rescate continúan siendo un desafío.