Tarragona continúa avanzando en la implantación de su esperada Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que entrará en vigor el 31 de diciembre de 2025. Esta medida forma parte del compromiso de la ciudad para mejorar la calidad del aire y contribuir a la lucha contra el cambio climático, en cumplimiento de las directrices establecidas por la Unión Europea y la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.
Durante las últimas semanas, los trabajos para señalizar la ZBE se han intensificado. Ya se han pintado de azul las zonas perimetrales que delimitarán el perímetro de la zona restringida, así como los principales puntos de acceso al centro urbano. Los habitantes de la ciudad ya pueden ver las líneas pintadas en el pavimento que indicarán los límites de la zona afectada por las restricciones de circulación y estacionamiento. Además, se han instalado, o están en proceso, las 45 cámaras lectoras de matrícula que controlarán los accesos y salidas del perímetro, como las ubicadas en el Passeig de Sant Antoni, Rambla Vella, Via William J. Bryant y otras vías clave de la ciudad.
¿Cómo funciona la ZBE en Tarragona?
A partir del 31 de diciembre de 2025, la ZBE estará activa de lunes a viernes, entre las 7 h y las 19 h. Durante este horario, los vehículos solo podrán acceder a la zona si disponen de un distintivo ambiental C, B, ECO o Cero emisiones. Los vehículos que no cumplan estas condiciones no podrán entrar al perímetro, excepto si están registrados previamente como vehículos autorizados.
Las restricciones afectarán a una amplia zona del centro de la ciudad, que incluye calles como la avenida Vidal i Barraquer, la avenida Argentina, el Paseo Torroja y la calle Comerç, entre otras. Sin embargo, las vías perimetrales no tienen restricciones, lo que permitirá a los conductores evitar el perímetro restringido si lo desean
Hasta el 31 de diciembre de 2026, los vehículos sin distintivo ambiental que sean propiedad de personas empadronadas en Tarragona podrán seguir accediendo a la ZBE sin restricciones. A partir de esta fecha, sin embargo, también deberán solicitar autorización si cumplen las condiciones establecidas por el Ayuntamiento. Además, el 1 de enero de 2028, los vehículos con etiqueta ambiental B perderán el acceso libre a la ZBE y deberán tramitar una autorización.
Medidas para colectivos específicos y servicios esenciales
La ZBE también prevé autorizaciones especiales para ciertos colectivos y vehículos, como las personas con movilidad reducida, aquellas con rentas bajas o los vehículos de emergencia y servicios esenciales. Así, vehículos de bomberos, ambulancias, policía, taxis adaptados y servicios municipales podrán seguir accediendo sin restricciones.
Además, se permitirá el acceso puntual hasta 12 veces al año para vehículos sin etiqueta que necesiten acceder a la ZBE por motivos justificados, como actividades laborales o para aquellas personas con necesidades específicas de transporte.
Acción municipal e información a la ciudadanía
Para garantizar una correcta aplicación de la ZBE y asegurar que la ciudadanía esté bien informada, el Ayuntamiento de Tarragona ha activado una campaña de comunicación intensiva. Se distribuyen trípticos informativos en los hogares y se han instalado carteles y banderolas en diferentes puntos de la ciudad, incluyendo aparcamientos y autobuses municipales. Además, los ciudadanos pueden obtener más información en la Oficina de Atención a la Ciudadanía de la ZBE (OMAC), así como a través de la línea telefónica y el correo electrónico habilitados para resolver dudas.
Los ciudadanos también podrán registrar sus vehículos y tramitar autorizaciones a través de la página web del Ayuntamiento, que pronto publicará una lista completa de los requisitos para acceder a la ZBE y obtener las autorizaciones correspondientes.
Objetivos de la ZBE: mejorar la salud y reducir las emisiones
El objetivo principal de la creación de la ZBE es mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de gases contaminantes, con la aspiración de alcanzar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y cumplir con los límites establecidos por la normativa europea. Además, se quiere incentivar un cambio hacia una movilidad más sostenible, con mayor uso del transporte público, la bicicleta y los desplazamientos a pie. El Ayuntamiento también busca impulsar la electrificación del transporte y favorecer la eficiencia energética en los vehículos.
En definitiva, la implantación de la ZBE en Tarragona representa un paso importante hacia una ciudad más sostenible, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus habitantes y contribuir a la lucha global contra el cambio climático.