El colectivo STOP ZBE Tarragona ha convocado una manifestación en forma de marcha lenta de vehículos para el sábado 18 de octubre a las 10 de la mañana para mostrar su rechazo a la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad. La iniciativa, impulsada también en nombre de la Asociación PARC de Barcelona, quiere denunciar lo que consideran una medida “ineficaz y discriminatoria” que “castiga a quienes tienen menos recursos”.
La protesta saldrá desde el aparcamiento de Les Gavarres (junto al KFC) y recorrerá varios puntos del centro de Tarragona, pasando por el Hospital Joan XXIII, la calle del Cardenal Vidal i Barraquer, la calle Reial, la Rambla Vella y la Rambla Nova, hasta llegar a la plaza Imperial Tàrraco, donde se leerá un manifiesto final. Los organizadores prevén la participación de unos 200 vehículos.
“La ZBE castiga a quien menos tiene”
En un comunicado, STOP ZBE Tarragona denuncia que la medida penaliza injustamente a los vehículos más antiguos, que “no siempre son los más contaminantes”, y afectará gravemente a trabajadores, estudiantes, familias y personas mayores que dependen del coche para su día a día.
Según el colectivo, la ZBE “fomenta el consumismo” y “no respeta los principios de reducir, reciclar y reutilizar”. También acusan al Ayuntamiento de buscar “recaudar a costa de los ciudadanos” en lugar de protegerlos, y aseguran que “una ciudad justa y sostenible debe serlo para todos, no solo para quien se lo puede permitir”.
Rechazo a las nuevas tasas
Los organizadores también critican que los residentes tendrán que pagar nuevas tasas para poder circular por la ciudad y que los permisos tendrán una fecha de caducidad, hecho que consideran “otra forma de exclusión económica”. Reclaman, en cambio, indemnizaciones para los propietarios de vehículos afectados. “Quieren que los coches que hasta ahora utilizábamos cada día pasen a ser un capricho para salir los domingos”, lamentan.
“Tarragona se está muriendo”
Desde el colectivo también denuncian que Tarragona “se está muriendo” como ciudad, ya que “se vende como un producto turístico sin pensar en los ciudadanos ni en los trabajadores”. Aseguran que la implantación de nuevas zonas de pago para aparcar y circular ha desincentivado las visitas: “Desde que hay que pagar para venir, nadie quiere pasear ni hacer compras”.
STOP ZBE Tarragona concluye que la ciudad no necesita una zona de bajas emisiones “mal planteada”, sino “soluciones reales y justas que protejan el medio ambiente sin castigar a la ciudadanía”.
