El vecindario del barrio del Puerto de Tarragona vuelve a alzar la voz para denunciar una situación que, aseguran, se ha convertido en insostenible. Según relatan varios residentes, este pasado fin de semana por la noche –como tantas otras ocasiones– se han producido nuevos disturbios en los alrededores de la sala Premium, situada entre las calles Rebolledo, Cartagena y Sant Miquel.
“Esta noche como muchas otras, ha habido grandes disturbios”, explica un vecino afectado en declaraciones a este medio. “Se han oído gritos, ha habido peleas e incluso heridos, como se puede ver en las fotografías”, añade. Todo ello ha generado una sensación de inseguridad creciente entre los residentes, que aseguran que los incidentes no son puntuales, sino que se repiten cada fin de semana.

Los vecinos aseguran que han hecho múltiples llamadas a la Guardia Urbana y al servicio de emergencias 112, y que también han contactado con la Omac (Oficina Municipal de Atención Ciudadana) y con la Asociación de Vecinos del barrio. Sin embargo, denuncian que no se han tomado medidas efectivas para revertir la situación. “Dicen que son conocedores, pero la situación sólo empeora. Algún día pasará algo muy grave”, alertan.
Según los testimonios recogidos, los disturbios se han intensificado en los últimos meses y han pasado de ser ruidos y pequeñas peleas ocasionales a incidentes graves con personas heridas. Esta problemática además, provoca una degradación general del barrio: “Hay robos, suciedad, gente durmiendo en la calle y aceras rotas.”, lamenta el mismo vecino.
Unas medidas que la Guardia Ubana sí está llevando a cabo
Según ha confirmado la Guardia Ubana de Tarragona, en La Ciutat, el bar situado en la calle Rebolledo forma parte del dispositivo especial de control “Orosi”, activado cada fin de semana en la Part Baixa para reforzar la presencia policial y prevenir incidentes. A pesar de este refuerzo, reconocen que los episodios conflictivos siguen repitiéndose.
Según informa la Guardia Urbana, el pasado 3 de agosto a las 6 de la mañana se produjo una pelea con mucha gente implicada en los alrededores del local. Dos personas resultaron heridas por cortes con una botella de vidrio y fueron trasladadas al hospital Joan XXIII. El autor de la agresión fue detenido.
Este no ha sido un hecho aislado. El 20 de julio se recibió otro aviso por una pelea en la misma calle Rebolledo y, al llegar, los agentes interpusieron varias denuncias por consumo y tenencia de sustancias estupefacientes. Además, en el mes de junio se registraron quejas vecinales los días 8 y 14, también relacionadas con molestias derivadas de la actividad nocturna.
Con este historial de incidentes, el malestar vecinal se ha disparado y las demandas de soluciones urgentes son cada vez más insistentes. Los residentes piden más control policial, sanciones efectivas e, incluso, el cierre del establecimiento si es necesario. “No podemos vivir con miedo cada fin de semana”, concluyen.