La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha advertido que los agentes de la Guàrdia Urbana de Reus dejarán de hacer horas extraordinarias vinculadas a dispositivos especiales si no se llega a un acuerdo con el Ayuntamiento sobre su limitación y reparto. El aviso coincide con la celebración de la fiesta mayor de Misericordia, hecho que incrementa la preocupación del sindicato, que reclama al gobierno municipal “soluciones reales” para evitar una “falta de previsión y de acuerdo” que, según alertan, podría afectar “la seguridad y el bienestar” de la ciudadanía.
Fuentes municipales han señalado a la Agencia Catalana de Noticias que se había alcanzado un preacuerdo con la CSIF, pendiente de validarse en la mesa general de negociación. Sin embargo, la falta de entendimiento entre las organizaciones sindicales impidió que prosperara. Además del Ayuntamiento, en la mesa participan la CSIF, la UGT, CCOO y la CGT. Para aplicar cualquier cambio en las condiciones laborales es necesario un acuerdo de la mayoría sindical. En este caso, la CGT se levantó de la reunión y CCOO votó en contra, motivos por los cuales no se pudo aprobar.
Desde el consistorio subrayan que no es posible aplicar el preacuerdo “unilateralmente” y recuerdan que cualquier decisión que implique condiciones laborales o incrementos retributivos debe contar con apoyo mayoritario.
Por su parte, la CSIF asegura que continúa abierta al “diálogo y la negociación”, pero reclama al Ayuntamiento “respeto” por los acuerdos laborales vigentes. El gobierno municipal insiste en que mantiene la voluntad de llegar a un consenso y que “no entiende” los posicionamientos divergentes del resto de sindicatos, que han bloqueado la validación del acuerdo preliminar.
