El Reus Music Festival, una de las citas musicales más esperadas de la ciudad, ha anunciado oficialmente su cancelación para la edición de este año. La organización del festival, que ya había pospuesto el evento a agosto, ha indicado que la decisión final se debe a "la incompatibilidad de las fechas propuestas con varios artistas del cartel inicialmente previsto".
El festival, que inicialmente debía celebrarse los días 29, 30 y 31 de agosto, fue aplazado al último fin de semana de octubre, con la idea de reducir el evento a una sola jornada. En aquel momento, la organización alegó "motivos logísticos y de producción" para realizar este cambio, pero ahora han explicado que no ha sido posible mantener la nueva programación debido a la dificultad de encajar los horarios de los artistas confirmados.
En un comunicado emitido a través de las redes sociales, los organizadores han lamentado la situación y reconocido que "las críticas recibidas, muchas veces basadas en información incompleta, han causado un perjuicio considerable" a su imagen. Por este motivo, han expresado que se ven "obligados a cancelar el evento por causas de fuerza mayor, totalmente ajenas a la producción". Asimismo, han agradecido "la comprensión, el apoyo y la confianza" de todos aquellos que habían mostrado interés en asistir al festival.
Devolución de las entradas
Los asistentes que ya habían adquirido las entradas para el evento podrán recuperar el dinero de manera íntegra. Según ha indicado la organización, los reembolsos se harán a través de la plataforma oficial de venta, Linkearte. Los compradores deben contactar con el servicio de atención al cliente enviando un correo electrónico con el número de localizador de la compra y su nombre completo. El plazo para recibir el dinero será de 10 días.
Críticas a la organización y la gestión del cambio de fechas
A pesar de la voluntad de ofrecer una explicación, la cancelación ha generado una gran frustración entre los seguidores del festival. En la publicación oficial, se pueden leer comentarios como "¡Qué vergüenza!" y "Llevo desde agosto esperando que me reembolsen la entrada", entre otros. Estas reacciones muestran el malestar de un sector del público que ya había sido afectado por el aplazamiento del verano.
Los problemas comenzaron en el mes de agosto, cuando se anunció el cambio de fechas del festival debido a dificultades logísticas y modificaciones en el cartel de artistas. En aquel momento, el Ayuntamiento de Reus expresó su apoyo al evento, aunque destacó que solo continuaría apoyando si el festival ofrecía garantías suficientes para su celebración. De hecho, el gobierno municipal quiso marcar distancias con la dirección del certamen, subrayando que la responsabilidad de la continuidad del evento recaería exclusivamente sobre la organización, que debería garantizar un proyecto coherente y viable.
Unas bajas que marcan la pauta
El festival debía acoger a algunos de los grupos más esperados de la temporada, pero hace poco se confirmó que dos de sus reclamos principales, The Tyets y Els Catarres, no formarían parte del cartel final. Su baja levantó mucho polvo, ya que, según las agencias que los representan, la cancelación de sus actuaciones no respondía a ninguna "situación de fuerza mayor", como afirmaba la organización del festival. Así lo manifestó Exits Management, que gestiona Els Catarres, señalando que la modificación de las fechas fue tomada de manera unilateral por parte de la organización con el objetivo de reducir costes.
Luup Records, la misma agencia que trabaja con The Tyets, también criticó que el festival hubiera utilizado esta cláusula para desvincularse de sus obligaciones contractuales, poniendo en duda la seriedad de la gestión del certamen. Ambos comunicados coincidieron en señalar que la responsabilidad de la no participación de los artistas era exclusivamente de la organización, y no de los grupos.
La situación deja en entredicho el futuro del festival
Con esta cancelación, el futuro del Reus Music Festival queda en el aire. Las críticas sobre la gestión del evento continúan creciendo, y la organización deberá trabajar para recuperar la confianza del público y los artistas si quiere mantener su plaza como evento musical destacado. El Ayuntamiento de Reus también estará a la expectativa de cómo evoluciona la situación, ya que, aunque en el pasado ha apoyado económicamente al festival, ahora ha quedado claro que solo lo hará si se presentan garantías de solvencia y compromiso con los asistentes y los artistas.
Con todo, este año no habrá Reus Music Festival, y la ciudad deberá esperar a ver cómo se desarrolla la edición de 2026, con la esperanza de superar los contratiempos y garantizar una edición que esté a la altura de las expectativas.