Desde En Comú Podem valoramos positivamente que finalmente se haya firmado el contrato del nuevo servicio de limpieza. Es una buena noticia para la ciudad, ya que pone fin a una situación de interinidad que ha afectado gravemente la calidad del servicio. Sin embargo, queremos dejar claro que la firma del contrato no es el final del camino, sino el comienzo de la tarea que hay que llevar a cabo para garantizar una ciudad limpia, sostenible y con condiciones laborales dignas.
Ahora ya no hay excusas. Es necesario que la empresa concesionaria empiece a trabajar con máquinas que utilicen agua reciclada, que la plantilla disponga de las mejoras laborales y salariales que se merece, que se retiren los contenedores soterrados que generan olores e insalubridad, que se limpien el resto de islas de contenedores, actualmente en una situación insostenible, y que se empiece a cerrar contenedores para mejorar la ratio de reciclaje de la ciudad.
A pesar de la firma del contrato, hay que tener presente que el procedimiento no está del todo resuelto. Todavía hay cinco recursos judiciales pendientes de resolución, entre los cuales uno presentado por el mismo Ayuntamiento, en el que impugnamos directamente esta adjudicación. Por lo tanto, la situación podría experimentar cambios importantes.
Además, esperamos que la nueva concesionaria impulse, por encargo municipal, campañas de sensibilización y educación ambiental. Hay que implicar a la ciudadanía y generar conciencia colectiva para garantizar el éxito de un servicio tan esencial. En realidad, no se ha acabado nada: empieza ahora la tarea ingente de dejar limpia la ciudad. La mejora debe ser palpable en pocas semanas para que la ciudadanía recupere la confianza en un servicio que pagamos entre todas y todos.