La Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra vivieron una persecución de película donde una conductora huyó circulando a 200 km/h desde Tarragona hasta Miami Platja porque "llegaba tarde al trabajo". Los hechos tuvieron lugar el 4 de octubre de 2017 a las 8:40 horas, cuando las autoridades localizaron un Volkswagen Golf que realizó una acción sospechosa y huyó a gran velocidad después de chocar con un vehículo de la benemérita.
La mujer giró a la derecha en la confluencia de la calle Doctor Mallafré con la N-240, invadiendo el carril contiguo e impactando contra un coche no logotipado de la Guardia Civil. Tal y como ha informado el Diari de Tarragona, lejos de detenerse, la mujer huyó disimuladamente, e hizo caso omiso de los tres agentes del vehículo que se identificaron. Sin embargo, la conductora no se detuvo para realizar el parte amistoso y continuó la marcha, lo cual obligó al turismo de la benemérita a pedir apoyo porque habían roto la dirección a causa de la colisión.
La conductora circuló 39 kilómetros poniendo en peligro al resto de usuarios de la vía
A la altura de Vila-seca, una patrulla de los Mossos d'Esquadra se sumó a la persecución, pero la conductora no se detuvo y circuló a 190-200 km/h realizando maniobras peligrosas para los demás usuarios de la vía. Después de varios avisos a los cuales la mujer se negó, un giro inesperado hizo que el vehículo de la policía catalana impactara contra la valla de protección, pero continuaron la persecución.
Acto seguido, la mujer entró en el núcleo de Miami Platja circulando a 90-100 km/h y provocando que los demás coches tuvieran que detenerse para no impactar con ella. "Durante esta conducción, la acusada puso en grave y continuo peligro la vida y la integridad de los usuarios de la vía y de ella misma", señala la sentencia.
La mujer presentaba un estado de nerviosismo, incoherencia y angustia
Finalmente, consiguieron cerrarle el paso en la intersección de la plaza Alexander Fleming y la mujer presentaba un estado de nerviosismo, incoherencia y angustia porque llegaba tarde al trabajo. Incluso, una ambulancia la atendió y después de llevarla al trabajo fue su pareja quien la llevó a casa por su estado.
Por este motivo, la conductora ha sido condenada a dos meses y medio de prisión, una pena que finalmente ha sido sustituida por 900 euros de multa, por un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria. Además, la sentencia también ha considerado los atenuantes de dilaciones indebidas y de miedo insuperable. Sin embargo, la mujer también deberá abonar 3.480 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños que provocó a los dos vehículos policiales.