"Una deuda histórica con el barrio", ha afirmado esta mañana la alcaldesa de Reus, Sandra Guaita. Por fin comienzan las obras que deben transformar una parte importante de la ciudad, a través de la eficiencia energética y su habitabilidad.
Las actuaciones que ahora se han iniciado corresponden a la Fase 1 del proyecto de obras. Incluyen la rehabilitación integral de las fachadas y actuaciones en las cubiertas para resolver patologías y mejorar el comportamiento térmico. Entre otros trabajos, se instalarán nuevos acabados exteriores y aislamiento interior, y se sustituirán las carpinterías exteriores por ventanas con mejor rendimiento energético.
Igualmente, se prevé la instalación de placas fotovoltaicas en cubierta, que permitirán reducir el consumo de energía primaria no renovable entre un 50 y un 65%.
Las obras se han iniciado en la comunidad de propietarios de la calle de Extremadura, 6, y continuarán por el resto de bloques: pasaje Quer, 27; calle de Valencia, 1; calle de Asturias, 1; glorieta de Galicia, 3 y 14; y avenida de Salou, 61, 63 y 69.
Obras de carácter social
No solo las obras impactan en estos edificios más castigados, sino también en la vertiente laboral de la ciudad. Los encargados de ejecutar el proyecto son Eina Activa.
Eina Activa es una empresa de inserción que genera diversas actividades económicas de bienes y servicios (entre ellas las obras de reforma y construcción), con el fin de promover la integración y la formación sociolaboral de personas en riesgo de exclusión social.
Orígenes del barrio Fortuny
Las obras de rehabilitación deben preservar y poner en valor los bloques de las comunidades del barrio Fortuny como conjunto reconocidos en el Catálogo de ámbitos urbanos de valor patrimonial de Reus dentro del Plan Especial del Patrimonio Arquitectónico, Históricoartístico y Natural de Reus.
El barrio Fortuny nace en 1955 para proporcionar vivienda de promoción social a la población de clase trabajadora. Los estamentos oficiales de la época (“Obra Sindical del Hogar”, el “Patronato Arce Ochotorena” y el “Patronato Local de la Vivienda”) promovieron un barrio modélico, un polígono de nueva planta inspirado en los principios funcionales de la arquitectura y el urbanismo modernos, aunque adaptados a las peculiaridades tecnológicas del momento.