El curso escolar 2025-2026 ha comenzado este lunes con nervios, emoción y llantos entre los más pequeños de la Escuela Vedruna Sagrat Cor de Tarragona. Poco antes de las nueve ha comenzado a llegar el alumnado de infantil y primaria en un curso que en el Camp de Tarragona tendrá 99.542 alumnos, unos 400 menos que el año pasado. Después de más de dos meses de vacaciones, el jovent ya quería reencontrarse. "Teníamos ganas de volver a la escuela porque el verano es repetitivo", han dicho un grupo de chicos de 5º de primaria. Los padres que les han acompañado también han comenzado el curso "con ganas de volver a la rutina", ha destacado Soraya Lago, madre de una niña de I5. La prohibición de los móviles en el aula y la bajada de las ratios son algunas de las novedades de este año.
Los sentimientos son diferentes en función de la edad. Entre los de infantil, caras de miedo, llantos y sensación de desprotección cuando se marchan los padres. Para los de los últimos cursos de primaria, momento de reencuentro con los amigos. Cuando a un grupo de niños de quinto se les pregunta si están contentos de volver a la escuela, división de opiniones: "¡Sí!", dice uno. "¡No!", exclama el otro. "¡No lo sabemos!", grita un tercero.
Entre las mayores estaban Inés y Valeria, que este año harán primero de ESO. El cambio de etapa les da respeto, pero no miedo. "Si no te lo tomas en serio, no te irá bien", ha indicado Inés. Aunque el centro será el mismo que hasta ahora, algunos compañeros sí que cambiarán, aunque no serán extraños: "ya los conocemos porque hacen baloncesto, ya son amigos", ha comentado Valeria. Entre las principales incógnitas está el profesorado: "no estoy acostumbrada a tener un tutor de la ESO, lo quiero conocer", ha avanzado Inés. Y su compañera ha añadido: "los del año pasado fueron muy 'guays', no sé si superarán el listón".
Más caro y sin móviles
Para los padres el inicio de curso ha supuesto un gasto económico importante y superior al de los últimos años, según las asociaciones de consumidores. "Lo hemos notado. Entre extraescolares, libros y material, 1.500 euros tranquilamente, ha comentado Nuria, madre de cuatro criaturas que harán I5, 2º y 4º de primaria. Soraya Lago, por su parte, ha indicado que "de momento" no notan mucho este incremento, ya que en estas edades todavía utilizan pocos libros.
Una de las novedades del curso es la prohibición para el alumnado de usar teléfonos móviles en el aula. En la Escuela Vedruna Sagrat Cor ya implementaron la medida el curso pasado no sólo a los niños, sino también al profesorado. "Hemos puesto unos armarios en cada clase para que los alumnos, cuando llegan, tienen la obligación de dejar el móvil allí", ha expuesto la directora del centro, Teresa Roig. Una medida que se aplica en secundaria porque en primaria ni siquiera pueden entrarlos en la escuela. Con un año de experiencia la conclusión es que los jóvenes han incrementado la atención en el aula: "es un utensilio menos donde tienen que poner atención", ha reflexionado.

Menos alumnos
En la región del Camp de Tarragona está previsto que este curso 2025-2026 haya 99.542 alumnos, 446 menos que el curso pasado. De estos, unos 18.300 serán de educación infantil, 33.400 de primaria, 33.400 de ESO, 7.700 de bachillerato y unos 12.200 de formación profesional. La mayoría, 74.120 lo estudiarán en centros públicos, 20.763 en centros privados concertados y 4.659 en privados no concertados. Respecto al curso pasado donde hay más descenso de número de alumnos es en la ESO, con 487 menos. Las cifras en infantil y primaria también son ligeramente inferiores, y en bachillerato y FP conjuntamente suben en casi 250 estudiantes.
En las Terres de l'Ebre, según los datos del Departament d'Educació habrá 26.669 alumnos, si bien la matrícula de Formación Profesional todavía está abierta. De estos, 10.000 corresponden a primaria, casi 7.700 a secundaria, unos 3.900 a infantil, unos 3.300 a FP y algo más de 1.700 a bachillerato. Las matrículas en I3 han disminuido de manera significativa en los últimos años y se ha pasado de 1.900 niños nacidos en 2008 a 1.224 nacidos en 2022. En el segundo ciclo de Infantil, el descenso también es notorio. Así, el curso 2011-2012 había 5.636 estudiantes, mientras que el curso que este lunes ha comenzado serán 3.878.
Todo ello en los centros se percibe, con una caída de las ratios. Roig, ha explicado que en la Escuela Vedruna Sagrat Cor hasta ahora tenían una ratio de 25 estudiantes por aula, mientras que este año estarán sobre los 20. "Se nota la bajada de natalidad", ha manifestado. "Si tenemos menos alumnos en el aula quiere decir que puedes hacer una mejor atención, pero en nuestro caso como escuela concertada también es una bajada económica, que también se nota porque no nos llega toda la ayuda de la administración", ha argumentado. La disminución de las ratios la agradecen especialmente en infantil "porque la autonomía de los alumnos es inferior".
Con todo, ha lamentado la reducción de las horas de bedeles. "Tenemos quince horas para toda la escuela", una cifra "insuficiente" que supone que no pueden dedicar toda la atención que querrían a los ocho niños con necesidades especiales que hay en el centro. "Nos hemos buscado un poco la vida con dos bedeles que están estudiando y que tienen unas horas de prácticas, y también con el personal del centro que les toca hacerlo", ha ejemplificado.