Adif y el Ayuntamiento de Reus han dado este martes un paso clave para el futuro urbanístico de la ciudad: el administrador de infraestructuras ferroviarias cederá la playa de vías anexa a la estación de tren una vez finalicen las obras del Corredor Mediterráneo, previstas para 2027. Se trata de un ámbito estratégico de 46.000 metros cuadrados situado entre las avenidas de los Jocs Olímpics y del Comerç, que hoy funciona como espacio de trabajo y montaje de infraestructura ferroviaria.
El presidente de Adif, Pedro Marco, ha firmado con la alcaldesa Sandra Guaita un protocolo de actuación que fija las bases del traspaso. Ahora, Adif pondrá en marcha un estudio técnico para determinar qué parte de este suelo necesita conservar para la operativa ferroviaria a largo plazo y qué se podrá poner a disposición de la ciudad. Marco ha avanzado que la previsión es que Adif solo se quede aproximadamente un 5% de la superficie.
Guaita ha calificado la jornada de “día histórico” y ha recordado que la recuperación de este espacio era una reivindicación vecinal y de ciudad de hace muchos años. Aunque todavía no hay un proyecto cerrado, la alcaldesa ha dejado claro el horizonte: la voluntad es crear una gran zona verde en el norte de Reus, y estudiar la incorporación de nuevos servicios, equipamientos e incluso vivienda de protección oficial, siempre en diálogo con la ciudadanía.
La alcaldesa ha remarcado que los tempos encajan: mientras Adif acaba el corredor hasta 2027 y define la superficie definitiva a ceder, el Ayuntamiento podrá impulsar la modificación urbanística y definir el proyecto sobre este nuevo ámbito de transformación. “El protocolo es el punto de partida, no el final”, ha subrayado Guaita.
El apeadero de Bellissens, con vistas a abrir el año que viene
La visita institucional se ha completado con un desplazamiento al futuro apeadero de Bellissens, donde las obras, según Guaita, avanzan “a buen ritmo” y se prevé que estén finalizadas el próximo año
Esta nueva estación dará servicio a la zona sur de Reus, especialmente al campus Bellissens de la URV, el hospital Sant Joan y el Tecnoparc, reforzando el papel de la ciudad como polo universitario y sanitario de referencia en la demarcación.
Pedro Marco ha detallado que aún quedan “siete u ocho meses de obras intensas”, pero que los puntos más complejos ya se han superado. Ahora resta el montaje de marquesinas e instalaciones para los viajeros.
Según los estudios de demanda de Adif, el apeadero podría acoger unos 1.400 viajeros diarios en el momento de su apertura, con una proyección de hasta 3.500 usuarios al día en un horizonte de 30 años, consolidándose como una pieza clave de la movilidad ferroviaria en Reus y su entorno.