Tarragona ha vuelto a salir a la calle esta semana para poner rostro y datos a una de las realidades sociales más invisibilizadas: el sinhogarismo. En su sexta edición, el recuento de personas sin techo ha reunido a 138 voluntarios, casi el doble que el año pasado, que durante la noche del martes han recorrido todos los barrios de la ciudad para identificar puntos de pernocta y otros datos básicos sobre las personas que viven en la calle.
Divididos en grupos, los participantes han patrullado la Parte Alta, la Parte Baja y los distritos de Poniente, Norte y Levante, con el apoyo de la Guardia Urbana, Protección Civil y Cruz Roja. El recuento, impulsado por el Ayuntamiento de Tarragona y diversas entidades sociales, permite actualizar las cifras y diseñar políticas públicas más ajustadas a la realidad. “Servirá para tomar decisiones”, ha remarcado la consejera de Servicios Sociales, Cecilia Mangini, que ha recordado que el sinhogarismo es un fenómeno complejo vinculado a la crisis de vivienda, la pobreza y los movimientos migratorios.
Para muchos voluntarios, la noche ha sido una experiencia intensa y reveladora. María José Cubel, voluntaria veterana, ha explicado que “no somos conscientes de lo que es vivir en la calle; la gente tiende a juzgarlos sin saber qué les ha llevado hasta aquí”. Su compañera, Margarita Mardones, de Cáritas, ha destacado que la experiencia “es muy gratificante” y que a menudo encuentran personas jóvenes, “gente que podrían ser nuestros hijos”.
Las concejalas Mangini y Sonia Orts, responsable de Protección Civil, han valorado muy positivamente la movilización ciudadana y el trabajo conjunto de entidades y servicios municipales. “No es solo una acción puntual, sino una acción de ciudad que demuestra el compromiso institucional con la protección de las personas”, ha destacado Orts.
Los resultados definitivos del recuento —que el año pasado registró unas noventa personas sin hogar— se harán públicos en las próximas horas.