La partida de la Rafela se consolidará como una zona de servicios técnicos ambientales con su próxima ampliación. El pleno municipal del pasado 25 de julio aprobó inicialmente una modificación urbanística que permitirá incluir la cantera existente, que pasará a ser una planta de reciclaje y valorización de residuos de la construcción.
La Rafela ya es la sede de diferentes servicios ambientales, que con los años incluso se han ido ampliando. Existe, por ejemplo, la depuradora de aguas residuales del municipio. También la base del servicio municipal de recogida de residuos, con una planta de transferencia. Y finalmente, una actividad privada de tratamiento y reciclaje de residuos metálicos, concretamente cableados de acero usados, de forma que el metal puede volver al circuito industrial.
Esta zona fue creada por el Plan de Ordenación Urbanística Municipal de 2011, para centralizar servicios que, si no, podrían haber terminado dispersos por todo el término municipal. Lo hace en una ubicación alejada de núcleos urbanos, hecho que evita molestias. Pero, además, se ha convertido en un polo de actividad ecobómica que deja beneficios al municipio.