Desbordamiento del Foix en Cubelles: "Sonó el móvil y, en menos de 5 minutos, todo inundado"

Cubelles vive el día después de la dana inmersa en calles llenas de barro, bajos inundados y coches dañados

13 de julio de 2025 a las 19:06h
Actualizado: 13 de julio de 2025 a las 19:09h

La zona marítima de Cubelles (Garraf) más cercana a la desembocadura del río Foix intenta recuperarse este domingo de los estragos del desbordamiento del Foix. La crecida precipitada del río pilló a muchos vecinos, veraneantes y visitantes con el pie cambiado, aunque Protección Civil envió un aviso a las 19 h avisando de riesgo de inundación.

"Sí que sonó la alerta, pero en menos de cinco minutos ya estaba toda la calle inundada", relata una afectada a la ACN mientras lleva a casa un cubo con agua facilitada por los Bomberos, ya que muchas fincas no tienen suministro desde ayer por la noche. Calles llenas de barro y restos vegetales, bajos y locales inundados y coches dañados son la estampa de la jornada.

Los afectados consultados divergen a la hora de explicar si recibieron o no los avisos de Protección Civil, tanto el que a las 14 h advertía sobre el riesgo de lluvias intensas como el de las 19 h alertando del peligro de inundación. Todos, sin embargo, coinciden en que el desbordamiento del Foix fue muy rápido y sorprendente porque hacía tres horas que había dejado de llover.

Inundaciones en Cubelles por la DANA
 

"Sí que recibimos la alerta, pero en menos de cinco minutos ya estaba todo inundado y no tuve tiempo de sacar el coche del parking", explica Antonia, una veraneante que hace más de 20 años que tiene un piso en la plaza Gracia, a una calle de distancia de la desembocadura. Asegura que pasó "un poco de miedo" por el hecho de no poder acceder a mover el coche. "Fue muy angustioso ver cómo bajaba el agua desde el río", añade.

Inundaciones en Cubelles por la DANA 1
 

Antonia recoge agua este mediodía de las mangueras habilitadas por los Bomberos para compensar la falta de suministro en las comunidades donde el servicio quedó interrumpido. La razón es que muchos bloques tienen los bajos inundados y las bombas de agua están dañadas. Cerca de él, Juan Manuel, también veraneante en la zona, apunta que el desbordamiento le pilló cuando estaba en un hipermercado ubicado a pocos kilómetros, "y de vuelta a casa ya estaba todo colapsado". Asegura que "nunca en la vida había visto desbordarse el río de esta manera".

Una ducha de playa destrozada por la lluvia y el desbordamiento del río
 

En la misma plaza Gracia, los vecinos de uno de los bloques de pisos más antiguos han estado toda la mañana sacando agua de un falso subterráneo que tiene la finca para evitar filtraciones de humedades. El espacio sirve también para canalizar los suministros básicos, pero ayer llegó a estar todo lleno de agua. Silvia, residente en el edificio, apunta que se confió del sol radiante que hacía por la tarde, "y de repente se empezaron a oír gritos y enseguida empezó a entrar agua en la finca como si fuera un río".

Aparte de la afectación a las viviendas, el desbordamiento del Foix ha dañado muchos locales de restauración situados en primera línea de mar y zonas cercanas. En algunos casos el agua llegó a un nivel de más de 50 centímetros del suelo, y hubo calles convertidas en torrente. Es el caso del tramo final de la avenida Mediterráneo, donde el agua entró en los establecimientos y una vez llegó a la playa se comió un amplio espacio de arena, a la vez que destrozó las duchas y lavapiés.

Inundaciones en Cubelles por la DANA 3
 

En la pizzería la Piazza prevén tardar una semana en poder abrir de nuevo con normalidad. La propietaria, Sonia, relata que ayer abrieron a las 19 h siguiendo el horario habitual, "y enseguida sonó la alerta en el móvil, y en nada ya venía el agua, que pasó de poco más de dos centímetros a casi medio metro". "Sentimos miedo e impotencia", relata en medio de las gestiones con la empresa aseguradora.

Tampoco ha podido abrir este domingo la hamburguesería La Tòxica, si bien confían en reanudar la actividad pronto porque están situados a más distancia del río y los destrozos son menores. Jordi, padre del propietario, define este domingo como "un desastre" y critica una falta de comunicación y apoyo por parte del Ayuntamiento.

Bandera roja en la playa de Cubelles
 

Mientras él limpia y hay varias vallas barriendo el paso al paseo Marítimo, centenares de personas visitan la zona con apariencia de normalidad. Las terrazas más alejadas de la desembocadura han podido abrir sin grandes dificultades y a la hora de comer están prácticamente llenas, mientras que en la playa hay numerosos bañistas tomando el sol.

No hay, sin embargo, nadie dentro del agua, ya que el Ayuntamiento ha prohibido el baño mientras continúa el dispositivo de búsqueda de dos personas presuntamente desaparecidas y el mar muestra una turbidez intensa fruto de los sedimentos de la riada.

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C CIUTAT
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