El alcalde de Cunit, Jaume Casañas, ha anunciado su voluntad de impulsar una consulta ciudadana para valorar un posible cambio de comarca y provincia: dejar atrás el Baix Penedès y el Camp de Tarragona para integrarse en el Garraf y en la demarcación de Barcelona. Según Casañas, “el futuro del municipio está más ligado a Barcelona que al Camp de Tarragona” y añade que “así me lo traslada mucha gente del pueblo”.
El anuncio se hizo ayer en el edificio Tabaris de Coma-ruga, durante la mesa de debate “El Baix Penedès, una encrucijada de oportunidades”, donde también participaron los alcaldes de El Vendrell y Calafell, Kenneth Martínez y Ramon Ferré, y la vicepresidenta cuarta de la Diputación de Tarragona, Marta Ventura. La sesión se centró en los retos del crecimiento demográfico y urbanístico que vive la comarca, y cómo afrontar esta "problemática".
Durante su intervención, Casañas expresó abiertamente su percepción sobre la identidad territorial del municipio: “Cada vez siento más Cunit como Barcelona y menos de Tarragona”. En este sentido, considera que hay que repensar el vínculo territorial de Cunit a partir de una realidad “social, económica y de movilidad” que, a su parecer, lo acerca más al Garraf que al Baix Penedès.
La propuesta de consulta, explica el alcalde, “pretende abrir un debate participativo sobre qué encaje administrativo y territorial es más beneficioso para el municipio, y cuál puede garantizar un mejor acceso a los recursos, servicios e infraestructuras”.
Más allá del debate territorial, Casañas también aprovechó para cuestionar el modelo actual de organización administrativa en Cataluña: “Tenemos un tejido de administraciones y de competencias muy denso entre los ayuntamientos y la Generalitat”. Según él, “una reducción de administraciones permitiría un reparto más eficiente de los recursos públicos y una gestión más ágil de las necesidades locales”. Por eso, plantea si es necesario mantener estructuras como las diputaciones y los consejos comarcales “como se dibujaron hace más de 100 años”.
Con esta propuesta, el alcalde de Cunit abre un debate profundo sobre la pertenencia territorial del municipio, que desde hace tiempo mantiene vínculos a ambos lados de su frontera: por un lado, con el Garraf, por proximidad geográfica y conexiones con el área metropolitana de Barcelona; y por otro, con el Baix Penedès, por tradición administrativa. El paso hacia el Garraf podría suponer un cambio histórico en la adscripción institucional de Cunit.