Camilo ha elegido el Festival Terramar CaixaBank de Sitges para dar el pistoletazo de salida a su gira europea. Ante 2.380 espectadores que casi llenaban el aforo, el artista colombiano ofreció un espectáculo vibrante e íntimo a partes iguales, donde la conexión con el público fue constante, dando constantes muestras de procesarse mutuamente un amor incondicional, “amar es nuestra revolución”, proclamó nada más empezar el concierto. Acompañado de una banda de músicos de primer nivel —Oscar Convers (bajo), Leon Subervi (guitarra), Frank Fuentes (percusión), Reinaldo González (percusión), Nicolas González (teclados) y Edwar Montoya (trombón).

El arranque con Una vida pasada y Millones marcó el tono emotivo y enérgico de la velada, seguida por himnos como Favorito, Bebé y Manos de tijera, que el público coreó con entusiasmo. Un medley especial y canciones cargadas de sensibilidad como No se vale, Mismo aire o Salitre dieron paso a instantes más íntimos, como las versiones acústicas de Querida yo y Tutu. No faltaron piezas tan celebradas como Vida de rico, Por primera vez y Kesi, que hicieron bailar y cantar a la platea y las gradas del auditorio de los Jardines de Terramar. Otra de los momentos álgidos ha sido la aparición en el escenario de Eva Luna —pareja de Camilo— para interpretar Machu Picchu, Plis y también se ha acabado sumando con toda la banda a Me toca a mí e Índigo, para poner el colofón a una noche mágica de luna llena. “Hemos hecho más de 7.000 kilómetros para llegar hasta aquí y dar inicio a la gira europea que nos llevará por 16 ciudades las próximas semanas por todo el Estado español. Nos sentimos muy emocionados”.

Durante la noche, Camilo también quiso compartir con el público algunas vivencias de su llegada a Sitges: “Hemos aprovechado para bañarnos en la playa de San Sebastián y hemos probado el xató de Sitges, plato típico de la ciudad”. En el ciclo Imprescindibles la bailarina Nerea Úbeda Hortal presentó "Dentro del círculo", una propuesta escénica que investiga el movimiento circular como fuerza generadora de danza, como metáfora del funcionamiento del cuerpo y como eje poético de transformación.
